Es cierto que la piel es el espejo de nuestro interior. De hecho, es el órgano más visible de nuestro cuerpo y refleja cualquier tipo de carencia que estamos sufriendo.
Algunos consejos para mantenerla perfecta pasan por beber mucha agua, evitar y protegernos del sol excesivo y alimentarnos correctamente. En esta misma línea, existen unos nutrientes denominados antioxidantes que previenen el envejecimiento de la piel y luchan contra los dañinos radicales libres.
La mayoría de estos antioxidantes se encuentran en alimentos vegetales, lo que hace imprescindible que nuestra dieta sea rica en frutas, legumbres, verduras y hortalizas, así como cereales integrales.
Todos estos alimentos nos ayudan no solo a lucir un mejor aspecto de nuestra piel sino también a prevenir enfermedades tan comunes en nuestra era como el cáncer o la arterioesclerosis.
Como ejemplo de desayuno o merienda antioxidante, tendríamos un vaso de zumo de naranja y pomelo junto a unas tostadas integrales con queso fresco y tomates cherry o un batido de fresas elaborado con un yogur natural con fresas y como complemento un té verde con miel.
Para comidas y cenas, una idea sería una ensalada de aguacate o un gazpacho andaluz, con un segundo plato que podrían ser unos garbanzos con arroz integral y verduras salteadas o unos pinchitos de verduras y tofu.
Para el postre, una macedonia con frutas rojas o un zumo de melocotón y uva yogur natural con nueces.