Si tienes que perder unos kilos, debes saber que la espirulina será tu gran aliada. Se trata de unas algas diminutas que fueron diseñadas por la naturaleza hace 3,6 mil millones de años y fueron las generadoras del oxígeno de nuestra atmósfera, poseen innumerables efectos positivos para nuestra salud.
El alga espirulina es 65% proteína vegetal completa altamente digerible que proporciona los ocho aminoácidos esenciales en las proporciones apropiadas y en una forma que es cinco veces más fácil de digerir que la proteína de carne o soja. También es rica en triptófano uno de los 10 aminoácidos esenciales que el organismo utiliza para sintetizar las proteínas que necesita y que ayuda entre otras muchas cosas al sistema nervioso, la relajación, el descanso, el sueño y contra los estados depresivos.
En paralelo, la espirulina es una excelente fuente de minerales (potasio, de calcio, zinc, magnesio, manganeso, selenio, hierro y fósforo) al igual que vitaminas (del complejo entero de vitamina B, y de la vitamina E).
Pero, ¿cómo empezar a tomarla? Comienza con una cápsula de 500 mg a 1 gramo antes de las comidas, para ir aumentando a 2 gramos por comida según veas como te sienta. En todo caso, la dosis también variará para una persona deportista o activa, que otra más sedentaria. Es recomendable beber más agua y líquidos mientras se consume espirulina pues puede pasar que inicialmente tengas síntomas de desintoxicación.