El fin de las vacaciones y la vuelta al trabajo y al cole son símbolos de que llega de nuevo la rutina. También es un momento para ponerte en forma y cuidar tu dieta para restablecerte de los posibles excesos que hayas cometido durante el verano.
No estamos hablando de dietas estrictas para perder muchos kilos, sino simplemente para sacarte de encima uno o dos kg que has acumulado y que te incomodan. Los consejos se inician ya en el desayuno, que debe ser completo y contener calcio (leche, queso, yogur…), proteínas (pavo, jamón…), hidratos de carbono (pan, biscotes, cereales…) y también fruta.
No dejes pasar más de 3 o 4 horas sin comer nada. Si no has ingerido ningún alimento desde el desayuno y comes tarde será peor, porque es hambre no te dejará controlar las cantidades.
Más allá de la comida y de la cena, que deben incluir verduras y algo de carne, pescado, huevo o proteína vegetal (por ejemplo, unas hamburguesas de tofu o seitán), también te aconsejamos comer algo para merendar. No debe ser mucho (un yogur, una pieza de fruta, unas galletas…) pero suficiente para llegar a la cena sin pasar hambre.
Ahora manos a la obra y a empezarse a cuidar de nuevo. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!