La horchata de chufa es una de las bebidas más consumidas y refrescantes del verano. Su sabor es único y tiene las suficientes propiedades beneficiosas para nuestro organismo como para tener que dedicarle un artículo en nuestro blog. La planta Cyperus esculentus, conocida comúnmente como juncia avellanada, es la que produce el tubérculo comestible al que llamamos chufa. Su importancia alcanza un gran valor en regiones como Valencia, siendo un producto con denominación de origen en la comarca de Huerta Norte. En un documento descubierto en los fondos de la Colección Espínola en Valencia, que data del año 1812, se encontró la primera evidencia manuscrita donde se prescribe la horchata de chufa con fines curativos. En dicho texto, el doctor Alcázar indica el tratamiento de “leche de chufas” que tiene que seguir el II Conde de Soto Ameno.
A continuación, os detallamos las propiedades nutricionales y beneficios de las chufas:
- Vitaminas y minerales. Destacan especialmente las vitaminas C y E y minerales como el potasio, zinc, hierro, fósforo y calcio. La chufa, por lo tanto, regula el organismo y protege nuestro sistema inmunológico.
- Grasas buenas, Omega 9 y ácido oleico. Su consumo nos protege ante enfermedades relacionadas con el corazón y muchos otros beneficios. El Omega 9, en concreto, es un fuerte aliado contra el colesterol malo.
- Propiedades antioxidantes beneficiosas para el organismo y aptas para la prevención del envejecimiento de la piel.
- Evita los estados de anemia, crónicos y temporales, gracias a su gran aporte de hierro.
- Facilita la digestión de los alimentos: regula el intestino, evita diarreas y ayuda a eliminar los gases.
Su alto valor nutricional hace que la chufa sea muy recomendable para deportistas, mujeres embarazadas y niños que están en pleno crecimiento; además es un alimento que no contiene fructosa, ni gluten, ni lactosa, convirtiéndolo en apto para aquellas personas que tengan este tipo de intolerancias.