Las dietas extremas casi siempre están repletas de falsas promesas. Las redes son un pozo sin fondo de información y desinformación a este respecto. Demasiado ruido que favorece la salida de voces que insisten que comer normal ya es un crimen. Hoy, de entre todo este barullo, os queremos hablar de la Alimentación Intuitiva.
La alimentación intuitiva en nuestro día a día
El concepto de la alimentación intuitiva nació a mediados de los 90 de la mano de dos dietistas estadounidenses llamadas Evelyn Tribole y Elyse Resch. La fórmula que propusieron seguía los tres siguientes puntos:
- Comer cuando apetezca.
- Parar de comer cuando estés llena.
- No pagar los problemas diarios o el estrés con un atracón de helado o un asalto a un restaurante de comida rápida.
Las citadas dietistas unen la alimentación con la emoción y el raciocinio. En definitiva, con el sentido común de toda la vida. Aquí lo importante es escucharse a uno mismo y aprender a intuir que nuestros hábitos alimenticios están siendo correctos. Las dietas milagro no se adaptan a todas las personas por igual, y esto induce a una profunda decepción al no dar con la tecla adecuada. Asimismo, las doctoras hacen especial hincapié en no resolver los sentimientos turbulentos a través de atracones alimentarios. Comer nunca resolverá los problemas. Siguiendo con estas sencillas pautas no solo te alimentaras mejor, sino también mejorarás en tu salud mental.
Bajar de peso no es una solución a largo plazo
No son pocos los expertos que afirman que hacer dieta para bajar peso no es una solución a largo plazo, ya que, antes o después, se termina recuperando el peso que se perdió o incluso más. Es lo que se conoce como el efecto yoyo (o boomerang), el cual, por cierto, tiene un impacto muy negativo en la salud.
Si al organismo le faltan nutrientes y energía entra en una fase de desequilibrio. La pérdida de peso será temporal, pero de alguna manera el cerebro se las ingeniará para que volvamos a comer y recuperar el peso perdido. Y es aquí cuando corremos a la despensa o a la nevera a por alimentos nutritivos de rápida absorción con mucho azúcar. Además, si realizamos varias dietas encadenadas, nuestro cuerpo se vuelve más resistente y la pérdida de peso será más lenta.
Gran parte de las dietas que se realizan sin ningún tipo de control profesional suelen fracasar. Por supuesto que se puede adelgazar, sin duda muchas personas lo consiguen. El éxito, según la alimentación intuitiva, se debe a la forma de entender cómo funciona nuestro cuerpo.
La alimentación intuitiva puesta a examen
Una investigación de la revista American Journal of Health Education realizó un test a una serie de estudiantes universitarios. Aquellos que sacaron las máximas puntuaciones estuvieron vinculados a un incremento del placer por la comida, una reducción de la masa corporal y una menor incidencia de los desórdenes de carácter alimenticio.
Asimismo, otro estudio realizado por la Universidad de Minnesota reveló en 2012 que la alimentación intuitiva tenía una doble función positiva: mejora en el control del peso corporal y una mejora significativa en los resultados de la salud mental.
No obstante, como suele ser habitual, también hay opiniones críticas, como por ejemplo la que recoge una investigación realizada por la Universidad de Cambridge en 2014. En este caso se concluyó que la alimentación intuitiva ayuda a mantener el peso, pero sin suficientes evidencias científicas que indicen que ayude a bajarlo.