Ya tenemos aquí el otoño, el próximo lunes 23 de septiembre se producirá en el hemisferio norte lo que conocemos como equinoccio de otoño. Este fenómeno ocurrirá exactamente a las 09:50 hora española, en una jornada en el que el día y la noche tendrán la misma duración. Esta estación vendrá a durar 89 días y 20 horas, llegando a su fin el 22 de diciembre con la entrada del invierno. Ya estamos notando que la luz diurna comienza a retroceder, y más que lo hará, sobre todo cuando llegue el cambio de hora el domingo 27 de octubre.
Hoy os queremos dar una serie de consejos para afrontar con ganas las semanas de cambio que nos esperan.
APORTE VITAMÍNICO
Hay que ir preparando nuestro organismo para prevenir las infecciones propias de los meses más fríos. Cuanto antes lo hagamos mejor. Tomar un multivitamínico, jalea real, polen o espirulina nos asegura recibir todas las vitaminas y minerales que necesitamos. También podemos tomar superalimentos como la Maca, de la cual os hablamos hace unos días en este enlace.
REFORZAR NUESTRAS DEFENSAS
Ya es un clásico tomar alimentos ricos en vitamina C para aumentar las defensas. La encontraremos de manera natural en mandarinas, naranjas, pomelos, kiwis, limones y fresas. También es un magnífico complemento tomar miel de eucalipto, tomillo o espliego, con própolis o jalea real para estimular nuestro sistema defensivo; al igual que la equinácea, el tomillo, y el astrágulus.
REFORZAR LAS DEFENSAS ANTE LA FALTA DE LUZ
Una manera de adaptarnos al nuevo ciclo será generar calor a través de la energía que aportan algunos alimentos. Poco a poco tenemos que ir introduciendo caldos y bebidas vegetales calientes, al igual que infusiones de jengibre, canela, clavo o cardamomo.
RECOMENDACIONES ALIMENTARIAS
Aunque haremos un artículo específico sobre ello, adelantamos la recomendación de consumir granos de cereales y alimentos proteicos. También es útil ir reduciendo la cantidad de alimentos de naturaleza fría y húmeda más propios de días cálidos.
PREVENCIÓN DE LOS RESFRIADOS DE MANERA NATURAL
Los alimentos nutritivos de fácil digestión, como las frutas y hortalizas, deben ser nuestros mejores aliados en la base de la dieta. También recordamos que debemos aumentar la cantidad de líquidos, caldos depurativos y remineralizantes. Pero no solo cuidar de la alimentación, sino también ventilar bien las estancias y lavarse las manos con frecuencia para evitar el contagio.
PROTECCIÓN DE LA PIEL Y NARIZ
Aceites hidratantes como el argán, o el aceite de almendras y la manteca de karité sirven para hidratar nuestra piel frente al frío. También tenemos que llevar especial cuidado con los orificios nasales y aplicar en ellos un aceite nasal hidratante.
MANTENER EL EJERCICIO DIARIO
La llegada del frío no nos tiene porque amedrentar, sino todo lo contrario. Si nos mantenemos activos en otoño, realizando alguna actividad física, entraremos en calor generando endorfinas, dando lugar a una mejora sustancial del ánimo y a una activación de las defensas y el metabolismo.
Feliz entrada otoñal.