El pimiento es uno de los alimentos más presentes en la cocina española. Es muy valorado por ser rico en vitamina C, y por su gran versatilidad y sabor dulzón. Asimismo, su riqueza en carotenos aporta una buena cantidad de antioxidantes sin aumentar la carga calórica de los platos que acompaña.
El nombre de esta hortaliza, de forma, tamaño y color variable, tiene una historia muy curiosa. Cuando Cristóbal Colón llegó a América pensando que en realidad había llegado a las Indias, parte de su confusión se debió a unos arbustos que producían frutos rojos y puntiagudos que creyó que eran pimienta. A causa de este error, hoy llamamos pimiento a aquel fruto.
CUALIDADES NUTRICIONALES
A lo largo del siglo XX, el pimiento fue transformándose, fruto de los cultivos extensivos, ganando en tamaño y perdiendo su sabor picante. A partir de entonces, las distintas variedades irán compartiendo todas sus cualidades nutricionales, en especial la variedad del pimiento rojo. Este color intenso es indicativo de las grandes cantidades de carotenos, que son potentes antioxidantes, y de la provitamina A y la vitamina C. El pimiento, sin ir más lejos, dobla la cantidad de esta vitamina si la comparamos con la que hay en las naranjas y mandarinas.
El pimiento, por tanto, se convierte en un magnífico aliado natural contra los radicales libres, las enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y el colesterol. Es un alimento muy recomendado para aquellas personas hipertensas y para las embarazadas. La presencia de folatos hace que sea muy satisfactorio para la correcta formación neurológica del bebé. Asimismo, al estar formado por agua e hidratos de carbono, es un alimento bajo en calorías. También contiene muy buenas cantidades de fibra, saciando y regulando el tránsito intestinal. Además, su intenso sabor permite su consumo sin sal. El pimiento se consume crudo, cocido y asado, y puede servir de guarnición en gran variedad de platos.
