El Método Pilates fue creado por Joseph Hubertus Pilates, un emprendedor alemán que vino a observar su propio cuerpo tras haber padecido durante su infancia afecciones como el asma, el raquitismo y la fiebre reumática. Se trata de uno de los sistemas de entrenamiento físico y mentales más populares del siglo XX, basado, principalmente, en el conocimiento de distintas especialidades como la gimnasia, la traumatología y el yoga. A todo ello se vino a sumar el dinamismo y la fuerza muscular con el control metal de la respiración y la relajación.
En la actualidad, el Pilates ha evolucionado hasta desarrollar una gran cantidad de estilos y aplicaciones distintas. Sus beneficios, por tanto, están sobradamente comprobados hoy en día. Además, se puede practicar en familia logrando una conexión única con nuestros hijos.
Ser madre es una experiencia inigualable. Pero, después del periodo de reposo (de 4 a 6 semanas para el parto natural y de 6 a 8 en el caso de practicar cesárea), hay que recuperar el estado de forma anterior. Durante esta fase no es recomendable que la madre se separe mucho tiempo de su bebé. Se puede practicar Pilates desarrollando una total conexión entre ambos.
Cuando la madre e hijo entran en contacto durante la práctica de los ejercicios, el bebé experimenta, a través de las emociones que va adquiriendo, el ejercicio de sus sentidos gracias al contacto visual permanente con la madre. Por su parte, el contacto corporal produce niveles elevados de oxitocina, una hormona cuya función consiste en mejorar el estado de ánimo. Gracias a dicha hormona, conocida también como la “hormona afectiva”, se logra reducir la presión sanguínea y el pulso, ayudándonos a la relajación.
El bebé, a través del movimiento que genera la práctica de este sistema, siente una especie de suave balanceo, el cual, a su vez, altera de manera positiva el fluido del oído interno. Esta estimulación de origen vestibular ayuda al cerebro a reforzar el sentido de la orientación y la posición del cuerpo frente al espacio en el que se encuentra.
Asimismo, la madre que aun padece dolores de espalda y caderas, como secuela directa de los nueve meses de embarazo, puede conseguir grandes resultados con la práctica habitual del Pilates. Todo siempre desde un punto de vista holístico, entendiendo nuestro cuerpo como una máquina donde todo funciona de una manera integrada.
Beneficios del Pilates para las madres:
- Mejora la postura del cuerpo.
- Tonicidad muscular y flexibilidad.
- Fortalecimiento del suelo pélvico.
- Mejora sustancial del descanso nocturno.
- Pérdida de peso.
- Refuerzo del vínculo con el bebé.
Beneficios del Pilates para los bebés:
- Favorece el crecimiento de los huesos.
- Estimulación del desarrollo neurológico y motor.
- Aumento de la capacidad de concentración.
- Relajación general del cuerpo y mente.
- Refuerzo del vínculo con la madre.