¿Coméis pescado de forma habitual? Lo cierto es que se trata de un alimento muy saludable al ser una de las principales fuentes de ácidos grasos omega-3, además de ser rico en otros nutrientes como la vitamina D y el selenio. Constituye, además, una fuente saludable de proteína y es bajo en grasa saturada.
Asimismo, hay suficiente evidencia científica como para afirmar que comer pescado es bueno para el corazón y los vasos sanguíneos. De hecho, diferentes estudios indican que consumir pescado azul (salmón, arenque, caballa, anchoas o sardinas) una o dos veces a la semana reduce significativamente el riesgo a morir por alguna enfermedad cardiovascular.
A mí me encanta el pescado, aunque lo cierto es que no lo consumo con la frecuencia que me gustaría. Eso sí, siempre que puedo, opto por el salvaje, es decir, que no proceda de piscifactorías.
En relación a este tema, hace poco recibí una nota de prensa que me sorprendió bastante. El titular decía que, en el mundo, ya se consume más pescado procedente de la acuicultura que capturado.
Así se reveló a los mayores expertos del mundo en nutrición de peces y crustáceos en el pasado encuentro internacional organizado por el comité científico del ISFNF (Simposio Internacional sobre Nutrición de Organismos Acuáticos y Alimentación) y el Grupo de Investigación en Acuicultura del Instituto ECOAQUA en Las Palmas de Gran Canaria.
Lo cierto es que, a medida que la población mundial va aumentando, se ha incrementado paralelamente la necesidad de crear productos acuáticos de alta calidad ricos en omega-3 para poder cubrir las necesidades alimenticias de las personas, así como reducir el riesgo de padecer muchas enfermedades en los países industrializados y no industrializados.
Es verdad que la pesca de captura y la recogida de moluscos ha servido a los humanos, de forma tradicional, para hacerse con productos acuáticos que sirvan de base a su alimentación. No obstante, los recursos marinos son limitados y, en el futuro, se prevé que la acuicultura tendrá un papel fundamental para garantizar la producción de especies acuáticas.
Así lo asegura Marisol Izquierdo, directora del Instituto ECOAQUA de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). “La acuicultura es probablemente el sector de producción de alimentos con más crecimiento en la actualidad. El sector ya produce más del 50% del pescado destinado a la alimentación a nivel mundial, sumando algo más de 110 millones de toneladas métricas”, explica.
Pescados, mariscos, algas, cefalópodos y otros productos acuáticos son muy importantes como fuente de proteína en la alimentación humana, y además aportan fósforo, calcio y, sobre todo, omega-3. “Hay muchos estudios que demuestran que una alimentación a base de pescado, y en particular de omega-3, reduce el riesgo de padecer multitud de enfermedades tales como diabetes, patologías de origen cardiovascular, diversos tipos cáncer, y también enfermedades de origen neurológico como el Alzheimer y otros tipos de demencias”, subraya la experta.
Y vosotros, ¿conocíais estos datos? ¿Os han sorprendido?
La lubina es una especie de pez perciforme de la familia Moronidae. Habita en el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, desde las costas africanas (Senegal) hasta Noruega. El consumo de lubina nos aporta cantidades interesantes de, potasio, fósforo, hierro y en menos cantidad magnesio y sodio.