El hígado es el responsable de crear la lecitina, una sustancia necesaria para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Hay que atender a su producción ya que ésta se puede ver resentida si faltan algunos componentes básicos como el fósforo o alguna vitamina. La lecitina ejerce efectos fisiológicos beneficiosos sobre diferentes órganos a partir de una dosis aconsejada de unos 2 gramos diarios. Aunque resulta ser un dato defendido por muchos expertos, las necesidades de lecitina pueden variar en función de la edad, salud, actividad física y estado de salud en general de cada uno de nosotros.
Hoy os queremos recomendar la lecitina de soja, un producto de origen natural que se obtiene del germen de soja, empleado como complemento ideal por sus estupendas propiedades nutricionales. También es muy valorada por su poder emulsionante, es decir, facilita la disolución de las grasas en el agua. Hay que tener en cuenta que los líquidos del organismo, secreciones digestivas y plasma son medios acuosos. De esta condición radica la importancia de la lecitina.
¿Qué tipo de acciones desarrolla en nuestro organismo? A continuación, os hacemos un resumen de varias de ellas:
- La lecitina es parte esencial en el proceso digestivo de las grasas y de la absorción de las llamadas vitaminas liposaludables (A, D, E y K)
- Favorece la síntesis hepática de lipoproteínas de alta densidad, que son las encargadas del transporte del colesterol que se queda adherido en las paredes vasculares. De esta manera se devuelve al hígado para su correcto reciclado. A este hecho se le denomina desde hace tiempo colesterol bueno. En conclusión, la lecitina reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- La lecitina evita la arteriosclerosis y sus complicaciones derivadas, ya que ayuda a mantener los lípidos y, en especial, al colesterol.
- Beneficios sobre la función cerebral, por lo que potencia sustancialmente los procesos de memorización y la mejora del aprendizaje. La lecitina aporta colina y fósforos, ambos implicados en estas funciones.
- La colina, en concreto, es indispensable para el funcionamiento normal del hígado. Distintos estudios han demostrado que la lecitina es un excelente protector de la célula hepática controlando sus posibles alteraciones.