Las frutas siempre deben estar presentes encima de nuestra mesa después de comer. Tomarlas durante el postre ofrece un gran aporte de vitaminas, fibra, minerales y otras sustancias beneficiosas para el cuerpo. Se recomienda como mínimo consumir tres piezas de fruta al día, con el fin de evitar trastornos cardiovasculares (mejora sustancialmente la presión arterial), diversas variedades de cáncer u otras enfermedades de carácter degenerativo. Seguro que has leído o escuchado la recomendación de tomar fruta antes de comer si haces dieta. En el artículo de hoy arrojaremos luz sobre esta práctica.
El aporte nutricional y calórico de las frutas siempre será el mismo, independientemente del momento cuando las consumamos. Aun así, resulta destacable incidir en los beneficios de hacerlo antes de las comidas. Las frutas ayudan a guardar la línea por contener fibra y, por tanto, ser un alimento saciante. La manzana, por ejemplo, a pesar de tener una baja (y lenta) densidad energética, nos mantiene saciados durante más tiempo. La fibra que contiene provoca una ralentización en los procesos digestivos. Permite sentirse lleno durante más tiempo. Junto a la manzana, la papaya y la piña ayudan también en la digestión.
Si de verdad queremos perder peso, se recomienda comer fruta entre horas, así de esta manera llegamos a las horas de comida con menos hambre. Se debe consumir entera y no en forma de zumo. Este último conserva todos los nutrientes, pero no la fibra, causante del efecto saciante. Además, hay personas con problemas digestivos a las que les sienta mucho mejor comer fruta entre horas.
Hace ya unas décadas, con la entrada de las dietas disociativas, se empezó a defender la idea de consumir fruta en ayunas, en detrimento de hacerlo durante el postre tras las comidas. Muchos nutricionistas no están de acuerdo con esta afirmación, hasta el punto de considerarla un mito poco fundamentado. En la actualidad no hay evidencias que sostengan científicamente estas prácticas.
Os dejamos aquí un enlace a un artículo publicado en “La Vanguardia”. En él se explican las distintas teorías sobre la hora más adecuada para el consumo de estos alimentos. Mireia Cervera, del centro Teresa Carles Healthy Food, indica al respecto: “Mi experiencia me dice que en cuestiones de nutrición no existen reglas universales y lo que a uno le sienta de maravilla a otro le va fatal”.
Siempre habia tomado la fruta justo despues, tomo nota de este genial consejo.