Por suerte, no he vivido de cerca ningún caso de cáncer de mama. Me gustaría decir que tampoco he conocido a nadie que haya sufrido algún cáncer, pero lamentablemente creo que todos tenemos al menos a alguien querido que ha tenido que pasar por ello.
La buena noticia es que, cada vez más, los avances en investigación y tratamientos médicos permiten una mayor supervivencia y que gracias a la detección precoz, se puede actuar más rápidamente, lo que también incrementa el índice de curación.
Así que cuando recibí la nota de prensa de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la marca de cosmética ASTOR, su titular me impactó: “1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida”. Actualmente se estima que el cáncer de mama tiene una incidencia anual de más de 22.000 casos en España y representa el 28,5% de todos los tumores femeninos, siendo la primera causa de muerte por cáncer en mujeres.
No obstante, hay motivos para ser optimistas. Según datos de la misma AECC, la supervivencia de este tumor es actualmente del 82,8%, un porcentaje que se incrementa un 1,4% cada año gracias a la detección precoz y los avances en los tratamientos médicos. Es más, en los tumores de menos de 1 cm, las probabilidades de curación suben hasta el 90%.
Soy la primera a quien siempre le cuesta encontrar el momento para ir al médico y lo voy aplazando, “porque no vendrá de unos días”. Con la cita anual con el ginecólogo, sin embargo, intento que no pase mucho tiempo desde que recibo la notificación recordándome que me toca de nuevo la revisión hasta que acudo al médico. No es solo por el cáncer de mama. O por el cáncer de ovarios, de cuello de útero o endometrio, que aunque se hable menos de ellos, también muchas mujeres los sufren. Simplemente se trata de asegurarse de que todo está bien y que en caso de cualquier problema, de cualquier tipo, se podrá actuar rápidamente.
Para las que creéis que sois demasiado jóvenes, si bien es verdad que el riesgo de padecer cáncer de mama se incrementa con la edad, también lo es que aproximadamente uno de cada ocho casos se detecta en mujeres menores de 45 años. Además, todos conocemos, aunque sea por la prensa, personas que han sufrido esta enfermedad aun siendo muy jóvenes.
No se trata de coger miedo. Tan solo de concienciarnos de que, aunque no podamos luchar contra nuestros genes, sí hay algo que está en nuestras manos: evitar los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida y la detección precoz gracias a la autoexploración y las revisiones ginecológicas.
Hace tiempo encontré por las redes una infografía muy ilustrativa con los signos de alerta del cáncer de senos realizada por una diseñadora gráfica británica y como ella misma se define, “activista de la detección del cáncer de mama” . Bajo el lema ‘Know your lemons, they can teach you a lot about breast cancer’ (Conoce tus limones, pueden enseñarte mucho sobre el cáncer de mama), ha diseñado diferentes infografías y folletos informativos para facilitar la autoexploración y la detección precoz del cáncer de mama.
Estos son los señales que deben ponernos en alerta: endurecimiento, hundimiento, escoriación (irritación de la piel), una nueva secreción, hoyuelos, un bulto, una vena marcada, la retracción del pezón, asimetría, piel de naranja y un bulto interno.
Estad atentas a cualquier cambio en vuestros pechos, acudid al ginecólogo ante cualquier duda y, sobre todo, no os saltéis vuestra revisión anual.