El huevo es una fuente de proteínas económica y deliciosa, que además contiene grasa, vitaminas y minerales. Los seres humanos aprendimos muy pronto las cualidades nutritivas del huevo. De hecho, la cría de las gallinas permitió que se convirtiese en una fuente natural y de poco coste de proteínas. Son muchos los animales que los producen, pero los de gallina son los más habituales en nuestro entorno.
EL HUEVO Y SU APORTACIÓN A NUESTRO CUERPO
Asimismo, el huevo tiene un tamaño ideal para que, con tan solo una unidad, logremos un plato sano y apetecible. Y es que el huevo, a pesar de haber sido despreciado por algunos expertos durante años, resulta un alimento muy completo gracias a su aporte de la mayoría de nutrientes esenciales.
Destaca principalmente, tal y como comentábamos al principio, por su riqueza en proteínas. Y no solo eso, también es capaz de aportar cantidades muy importantes de vitamina A, B, D y E, junto a minerales como el fósforo, el hierro, el sodio, el zinc o el yodo. Asimismo, también se considera un auténtico contenedor de antioxidantes, muy beneficiosos para hacer frente a los procesos degenerativos como, por ejemplo, el cáncer.
LA MALA FAMA DEL HUEVO
A pesar de sus sobradas cualidades, el huevo no ha gozado de buena reputación. Esto es debido al 11% de grasas y a los 500 mg de colesterol que contiene por cada 100 g. Los expertos advertían en el aumento generalizado del llamado “colesterol malo”, poniendo al huevo en el punto de mira. Sin embargo, estudios recientes coinciden en que el aumento de colesterol no está necesariamente relacionado con los alimentos que lo contienen.
En realidad, no todas las personas necesitan consumir la misma cantidad de huevos. Se recomienda que aproximadamente se consuman entre tres y cinco huevos semanales. Pero si eres una persona que consume poca carne o pescado, el huevo viene a aportar la cantidad de proteínas que tu cuerpo necesita.
Como ocurre con buena parte de los alimentos, el huevo hay que consumirlo siempre con moderación. No es lo mismo unos huevos pasados por agua o en una tortilla, que unos huevos fritos en abundante aceite.
Para más información os recomendamos que entréis en el siguiente enlace. Se trata de la web del Instituto de Estudios del Huevo (IEH), una asociación sin ánimo de lucro creada en 1996 para fomentar la investigación relacionada con el huevo en España y la divulgación sobre su interés como alimento y su adecuado manejo.