Por mi trabajo, hay días en los que camino bastante. Y debo deciros que he tenido experiencias muy dolorosas con el calzado. La peor (y eso que hice ballet durante muchos años) fue un verano en Miami, donde la humedad es exagerada y, al menos a mí, se me hinchan muchísimo las piernas. La cuestión es que los zapatos (nuevos) me laceraron la piel de tal manera que me fue imposible seguir caminando. Las heridas aparecieron en cuestión de minutos (el trayecto que hice era muy corto, unos 15 minutos como máximo) y le tuve que pedir a mi marido que por favor fuera a la farmacia a por unas gasas y después a casa para traerme unas chanclas, porque de la manera que tenía toda la zona del tobillo era eso o ir descalza por la calle. Me saltó la piel literalmente y la tenía en carne viva.
Os prometo que no exagero. Necesité curas, me dolió por bastante tiempo (recuerdo que incluso el roce del agua en la ducha o las sábanas de la cama me molestaban, así como la presión con el colchón al dormir boca arriba) y las heridas, sobre todo la del pie derecho, tardó un par de meses en sanar del todo. Eso sí, los zapatos asesinos eran muy fashion, bonitos y asequibles. Después de esta experiencia, vi claro que era mejor tener pocos pares, pero los que tuviera, que fueran de calidad, cómodos y saludables. No solo para el trabajo, sino también para mis momentos de ocio. Y así lo he hecho desde entonces.
También, una vez, trabajé como azafata en una feria y nunca hubiera dicho que el hecho de estar de pie durante doce horas seguidas, sin apenas moverme, pudiera ocasionar molestias en los pies, sobre todo en la parte de los metatarsos. Al final del día, incluso caminaba en círculo por mi zona para intentar aliviarlos un poco. Y eso que iba con zapatos tipo ‘bailarina’, nada de tacón.
En relación a este tema sobre calzado laboral, resulta que el pasado viernes fue el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo y, con motivo de esta celebración, desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) elaboraron una guía con las recomendaciones a tener en cuenta a la hora de escoger unos buenos zapatos para trabajar.
Más allá de ampollas exageradas como las mías, desde el ICOPCV advierten que usar un calzado inadecuado puede ocasionar importantes problemas en los pies que nos lleguen a incapacitar para desarrollar un trabajo. Entre ellos, metatarsalgias (dolor en la zona anterior del pie), juanetes, dedos en garra o fascitis plantar (dolor e hinchazón en la zona del talón). Estas afecciones son comunes en profesiones que requieren andar o permanecer de pie por mucho tiempo. Asimismo, las laceraciones, los pinchazos o los esguinces suelen ser habituales en las personas que trabajan en el sector de la industria, la construcción, la siderurgia, la metalurgia o la electricidad, entre otros.
Según los podólogos, lo fundamental es que el calzado disponga de una suela gruesa, con un cambrillón rígido (el cambrillón es la suela que los zapateros ponen entre la suela exterior y la plantilla del calzado para armarlo), que la zona del tendón de Aquiles quede protegida de los impactos y que la parte del antepié sea amplia. Solo así, conseguiremos salvaguardar la salud de los pies y evitar lesiones.
A continuación, compartimos el decálogo que ha elaborado el ICOPCV para ayudarnos a escoger adecuadamente el calzado laboral:
- Debe disponer de una suela gruesa de goma o un material similar. Esto nos ofrecerá un mayor confort, incrementará la seguridad del pie, será antideslizante y mejorará su contacto con el suelo.
- El cambrillón debe ser rígido. El cambrillón es una lámina metálica o de plástico rígido que se encuentra en el interior de la suela del zapato entre el tacón y el antepié. Ayuda a que el calzado se flexione adecuadamente coincidiendo con la zona de la articulación metatarsofalángica a la vez que evita las torsiones, lo que propicia que la dinámica al caminar se desarrolle de una forma confortable y eficiente.
- La escotadura tiene que proteger al tendón calcáreo. Como la zona del talón es especialmente sensible al roce, es conveniente adquirir un calzado que disponga de una escotadura que reduzca el impacto repetitivo del zapato en la zona del llamado tendón de Aquiles, de forma que quede protegida.
- Atención al contrafuerte posterior. Que el calzado disponga de un buen contrafuerte posterior ayudará a alargar su vida útil evitando que se desboque, lo que es especialmente recomendable para personas con el talón en valgo (desviación lateral).
- La zona del antepié debe ser amplia. Es importante que los zapatos respeten el ancho natural del pie y, por tanto, eviten una compresión de los dedos.
- El quebrante de la puntera debe ser rígido. Se trata de un elemento de diseño en la suela muy útil para el despegue en cada paso, ya que es el espacio que existe entre la punta del zapato y el suelo y su función es favorecer el efecto de balancín durante el inicio de la marcha.
- Mejor con puntera de seguridad. En aquellos trabajos donde sea necesario incrementar la protección (metalurgia, industria, construcción, etc.) es fundamental escoger un calzado con una puntera resistente que a la vez sea ligero para facilitar el movimiento.
- Hay que controlar la altura del tacón. Si nos gusta llevar zapatos de tacón en el trabajo, es clave tener en cuenta que estos no superen los 4 cm. A partir de esta altura, el peso se traslada hacia el antepié, lo que deriva en sobrecargas de la zona que puede ocasionar metatarsalgias y otras patologías. Además, es recomendable que sea amplio para una mayor estabilidad.
- Los zapatos deben ser transitable. El calzado que utilicemos para trabajar debe permitir una correcta transpiración del pie y la absorción del sudor para evitar la humedad continua en el mismo, lo que podría provocar la maceración de la zona y favorecer la aparición de hongos.
- Es importante que estén confeccionados con materiales naturales. Es recomendable utilizar un zapato confeccionado con materiales naturales porque, además de permitir la transpiración del pie, ofrecerá mayor confort al caminar.
Quizás algunas de estas consideraciones puedan resultar un poco complejas o difíciles de aplicar a la hora de ir a comprar a la zapatería. No obstante, es conveniente que tratemos de fijarnos en estos puntos. Personalmente, como os decía, he tomado la decisión de apostar por la calidad antes que la cantidad y he renunciado a las opciones low cost (con excepciones muy muy puntuales) para el día a día. También trato de que estén elaborados con materiales naturales, que sean lo suficientemente anchos y, sobre todo, me fijo en cómo es la parte del contrafuerte (la zona del tacón).
Ahora que ya ha llegado el buen tiempo y pronto (si no lo hemos hecho ya) empezaremos a ponernos sandalias, creo que es importante optar por zapatos de calidad, porque al ir sin calcetines ni medias, el roce continuo de nuestros pies con los zapatos puede hacer auténticos estragos en nuestra piel (ya veis que os lo digo desde la experiencia).
A modo de conclusión, Maite García, presidenta del ICOPCV, quiso señalar que «los podólogos cada vez vemos más en consulta cómo hay personas que se ven obligadas a reducir su jornada o, incluso, pedir una baja por causas relacionadas con dolencias en los pies. Por este motivo, en trabajos que requieren estar todo el día de pie y, especialmente, los que conllevan estar parados o con poco movimiento, es fundamental que visiten al especialista para realizar un estudio de su pisada y escoger específicamente el calzado más adecuado para cada caso, lo que evitará un elevado porcentaje de patologías”.
Nosotros, gracias a este blog de salud, pudimos probar el verano pasado el modelo Alma de Suecos, pensado para favorecer la salud y el bienestar de nuestros pies, articulaciones y espalda. Os animamos a conocer nuestra experiencia, si buscáis un calzado cómodo para trabajar. En especial, si tenéis empleos que os obligan a estar muchas horas de pie o de un lado para otro (enfermeros, chefs, camareros, recepcionistas, farmacéuticos, etc.).
Y vosotros, ¿habéis tenido experiencias desagradables con los zapatos? ¿En qué os fijáis a la hora de comprarlos? Nos encantará conocer vuestras experiencias y opiniones.
Muy buena información Rosa, desde nuestra web también intentamos que que todo le mundo sepa la importancia de elegir un calzado correcto para el trabajo.
Muy bueno el post! Un buen calzado es fundamental. Yo al principio usaba cualquier zapato y llegaba casa que me moria de dolor de pies… me dolian hasta las uñas! Y no exagero. Informandome a traves de los blogs, di con un buen zapato y de verdad, ¡Que cambio! No me duelen nada los pies, ni los dedos, ni las uñas… nunca los habia tenido tan bien.
¡Muchas gracias por tu comentario! Toda la razón 😉
Una informacion de lo mas completa que he leído acerca de la importancia de calzar adecuadamente durante las horas que ocupamos con el trabajo, la verdad es que hay muchas persona que no se dan cuenta de ello hasta que ya es demasiado tarde, saludos .
¡Muchas gracias por el comentario y por leernos!