Este año he vivido un boom de nacimientos por parte de amigas y conocidas y me temo que no es casualidad que la mayoría se hayan concentrado en otoño (concretamente, en noviembre). De hecho, en algunos casos sé a ciencia cierta que ha sido el fruto de fijar la búsqueda del bebé como uno de los objetivos de principios del año anterior.
Ahora estamos a principios de febrero, pero imagino que también muchas parejas han empezado este 2018 con ganas de conseguir el embarazo. Por eso, desde este blog de salud, Sanitum, queremos compartir algunos consejos de los ginecólogos de las Clínicas Eva.
Antes de nada, y para tranquilidad de muchas futuras mamás, tened en cuenta que las restricciones y observaciones de pautas médicas estrictas deben guardarse una vez que se ha producido la implantación del embrión. No obstante, siempre es recomendable seguir ciertos hábitos que ayudarán a mantener un equilibrio saludable en busca del bebé tan deseado.
- Nada de tabaco ni alcohol. Sabemos que no se debe fumar en todo el embarazo. Sin embargo, la recomendación general es abandonar el cigarrillo antes de comenzar un proceso de fertilidad para evitar la ansiedad. En cuanto al alcohol, se puede tomar alguna bebida si no hay embarazo, pero con moderación. En varios estudios se ha demostrado que el abuso del alcohol o su ingesta frecuente incide en la calidad del esperma del varón y en peores resultados en la estimulación ovárica e implantación femenina.
- Peso bajo control. La alimentación previa al embarazo no tiene por qué verse alterada, aunque obviamente se aconseja seguir una dieta saludable y equilibrada. Eso sí, hay que vigilar el sobrepeso, puesto que se ha demostrado que esta circunstancia es una de los impedimentos para ser madre de forma natural. Se habla de hasta un descenso del 50% en las tasas de gestación. Un peso demasiado bajo también puede ocasionar problemas de fertilidad y, por tanto, a la hora de tratar de concebir.
- Ojo con ciertos alimentos. En cuanto a los posibles cambios a introducir, más allá de las pautas particulares de cada médico a su paciente, se recomienda vigilar el contagio de enfermedades como la toxoplasmosis (carne cruda, verduras mal lavadas, etc.) y la brucelosis (quesos no pasteurizados). Si los niveles de ácido fólico son insuficientes o los de homocisteína (aminoácido considerado de valor cardiovascular) demasiado elevados, además de aumentar la ingesta de frutas y verduras frescas, se deberán consumir suplementos de B12, B6 y ácido fólico. De hecho, como norma general, se recomienda empezar con la suplementación con ácido fólico, hasta tres meses antes de intentar el embarazo.
- Cuidados capilares. Es necesario desmentir la generalidad de que los tintes son perjudiciales para la salud del feto. Si aun así existe cierto temor, siempre se puede apostar por tintes vegetales y evitar productos que contengan acetato de plomo, habitual en productos para permanentes.
- Precaución con los cosméticos. Se deben evitar, sobre todo en los primeros meses de embarazo, los siguientes cosméticos o principios activos: los desodorantes con sales de aluminio, los tintes capilares progresivos, los parabenos, el ácido glicólico y el ácido salicílico.
