Mitos sobre la congelación de óvulos

congelar ovulos

En este blog de salud y vida sana ya hemos hablado alguna vez de la posibilidad de congelar óvulos para preservar la fertilidad. Según mi opinión, es un gran avance para las mujeres, quienes cada vez posponemos más la maternidad por distintos motivos.

Lo cierto es que los progresos en el campo de la fertilidad están suponiendo una verdadera revolución médica. Concretamente, los últimos decenios han sido claves en la investigación y la implementación de nuevos tratamientos para ayudar a las personas con problemas para concebir. En este auge, España se ha situado a la cabeza, a tenor de los datos ofrecidos recientemente por la Sociedad Española de Fertilidad, que constata el nacimiento de alrededor de 34.000 niños al año gracias a tratamientos de reproducción asistida. La cifra sitúa a España como el primer país en Europa en el que se realizan más procedimientos de este tipo para conseguir el embarazo, siendo solo superada a nivel mundial por Estados Unidos y Japón.

De este informe de la Sociedad Española de Fertilidad se extrae también un dato relevante: la edad actual en la que las mujeres deciden ser madres está condicionando la demanda de los tratamientos de reproducción asistida, siendo las mujeres de 40 años las que solicitan mayoritariamente ayuda profesional para lograr el embarazo.

Tras este dato se esconde una realidad con la que los ginecólogos se encuentran a diario: existe todavía un gran desconocimiento general sobre las posibilidades de concebir de forma sana, de manera espontánea o con ayuda médica, en relación a las distintas edades de la mujer.

Esta circunstancia se da especialmente en torno a uno de los tratamiento de fertilidad más en auge actualmente: la vitrificación de óvulos, que ha supuesto un auténtico antes y después en la maternidad.

La vitrificación de óvulos, de la que tanto se habla y escribe en los últimos meses, consiste en la extracción de los óvulos de la paciente para su futura implantación.

En palabras de la doctora Isabel Santillán, directora médica de las Clínicas de Fertilidad Eva, se trata de una “fecundación in vitro, pero en diferido”. Es decir, se produce la estimulación ovárica de la mujer y se la controla para identificar cuando es el momento óptimo para realizar la punción y extraer los óvulos. A continuación, los óvulos extraídos se congelan hasta que se requiera. Es decir, cuando la mujer desee ser madre.

He aquí la descripción básica de esta técnica que se realizó por primera vez en España en 2007. No obstante, son muchos los datos erróneos que circulan en torno a este procedimiento y que en este post queremos aclarar con la ayuda de la experta en fertilidad:

1.  La edad ideal para llevar a cabo la vitrificación de óvulos coincide con la de máxima fertilidad femenina. Hablamos de los 20 a los 35 años.

2.  Antes y después de esta franja, puede dar resultado, pero no se considera edad reproductiva óptima, puesto que o bien la mujer no se ha desarrollado plenamente o puede haber comenzado el envejecimiento genético de los óvulos y/o haber disminuido su cantidad.

3.  La tasa de embarazo de la mujer cae irremediablemente según su edad. Con 25 años, hay un 25% de opciones por ciclo de lograrlo de manera natural. Con 30, un 22%. Con 35, un 12%, con 40, un 5%. Y con 45, un 1%.

4.  Al llegar a los 35 años, contamos únicamente con una reserva ovárica del 10%.

5.  En el momento de la extracción de los óvulos, 10 es el número de ovocitos que se considera óptimo para asegurar una futura maternidad.

6.  Conseguir menos de 10 óvulos no significa no poder quedarse embarazada, solo reduce las posibilidades.

7.  Congelar los óvulos supone mantenerlos indefinidamente tal como se encontraban en el momento de la extracción. La vitrificación no supone una alteración del material genético.

8.  No existe una edad máxima para la implantación futura, pero sí recomendaciones de carácter ético-sanitario al respecto. Se desaconseja hacerlo más allá de los 42-43 años, sobre todo por cuestiones relacionadas con la crianza del bebé. El consenso científico marca los 50 años como la edad límite.

9.  A partir de los 40 años, más del 50% de los óvulos están alterados cromosómicamente. A partir de los 42 años, la cifra asciende al 75%. La vitrificación de óvulos previene estas alteraciones cromosómicas ligadas a la edad, lo que permite tener en el futuro hijos más sanos.

10. La edad cronológica, no obstante, no tiene por qué coincidir con la edad biológica. Siempre hay excepciones: mujeres que con 30 años tienen óvulos de poca calidad y otras que con 40 años tienen de buena calidad.

Así pues, la mejor manera de preservar la maternidad, aclara la doctora Santillán, es mediante un estudio básico de fertilidad, mediante el cual se conoce el estado actual de la reserva ovárica y las posibilidades de que dichos óvulos puedan dar a luz a un bebé.

Si queréis conocer nuestra opinión y más detalles sobre este tema, os animamos a leer aquí en Sanitum nuestro post sobre la congelación de óvulos.

Rosa Lecina

Periodista de salud, belleza y bienestar. Lo que más me gusta de mi trabajo es que me permite aprender cosas nuevas cada día y poder compartirlas con los demás. Desde Santium espero poder descubriros todo aquello que nos ayude a vivir una vida más sana. Podéis contactarme en: blogsanitum@gmail.com

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