Desde hace poco más de un año, he incluido en mi alimentación la kombucha. ¿Sabéis de qué se trata? Es una bebida probiótica que se obtiene a través de un proceso de fermentación de una infusión de té negro o verde.
La cuestión es que los beneficios de la kombucha para la salud son muchos y diversos, pero a mí me gusta sobre todo porque es una forma de incluir probióticos en la dieta, tiene propiedades saludables más allá de favorecer una mejor digestión y es una bebida refrescante, sana y perfecta para tomar después de comer, sobre todo ahora cuando no apetecen tanto las infusiones o los clásicos tés. Pero si queréis, en este post ampliamos más al detalle todos los motivos por los que tomar kombucha.
Al ser una de las principales tendencias en alimentación saludable, cada vez se pueden encontrar más marcas distintas de esta bebida probiótica. Sin embargo, como ya os hemos comentado alguna vez aquí en Sanitum, para nosotras la mejor marca de kombucha es Kombutxa.
Si habéis bebido alguna vez este té fermentado, quizás al principio no os entusiasmó demasiado por tener un sabor muy particular. Lo cierto es que es una bebida especial a la que poco a poco hay que ir acostumbrándose para poder acabar disfrutándola. Lo mismo sucede con otros muchos alimentos fermentados como puede ser el queso cabrales o el kéfir.
Precisamente esta es una de las razones por las que nos quedamos con la marca Kombutxa. Porque cuida muchísimo su sabor para que sea una bebida atractiva y agradable de consumir. Para ello, utilizan únicamente ingredientes de altísima calidad como son el té verde (el ingrediente clave de la kombucha), el agua de los Pirineos y los zumos de frutas de producción ecológica.
Obviamente tiene el gusto avinagrado propio de esta bebida (y un olor que puede recordar al yogur o al kéfir), pero la combinación de todos los ingredientes hace que se convierta en una kombucha que apetece tomar en cualquier momento del día.
Actualmente, Kombutxa cuenta con tres variedades de sabores distintas. Aunque todas me gustan, os digo cuáles son mis favoritas por orden de preferencia.
1. Ginger Kombutxa
Esta es mi kombucha preferida desde el principio. Supongo que se debe a que me encanta el jengibre y la combinación con el zumo de manzana le da un toque suave y dulzón que la hace muy agradable al paladar.
2. Flowers Kombutxa
Esta kombucha a base de mosto de uva e infusión de flor de saúco es la variedad más nueva de la marca Kombutxa. Tuve la oportunidad de probarla por primera vez en la feria de alimentación Alimentaria y me encantó.
3. Hibiscus Kombutxa
Aunque esté en tercer lugar, tiene como uno de los principales ingredientes el zumo de granada, una de mis frutas preferidas, por lo que también la disfruto mucho. Se combina, además, con una infusión de hibisco que le da un toque muy característico.
Si aún no tenéis vuestra preferida, os animo a probar las tres variedades para poder decidir. Sin embargo, yo sigo comprando las tres y las voy combinando según el día. Además, en la tienda online de Kombutxa las podéis adquirir por sabores o bien en packs que incorporan botellas de cada variedad.
Además de su sabor, otro factor a la hora de escoger esta marca es que se trata de una kombucha baja en azúcar. Es decir, contiene la cantidad necesaria para que las bacterias y levaduras beneficiosas (SCOBY) que contiene puedan transformar este azúcar en los ácidos saludables responsables de las principales propiedades de esta bebida. Concretamente, aporta solo 1,8 gramos de azúcar por cada 100 ml, lo que la convierte en la marca de kombucha con menos azúcar del mercado.
Así pues, cuando vayáis a comprar esta bebida, fijaros bien en la composición nutricional de la etiqueta. Otro truco para detectar una kombucha baja en azúcar es buscarla en los lineales de los establecimientos y no en la zona de los refrigerados. En el caso de este té, si no necesita conservarse en frío, es señal de que no está muy azucarada. Una vez abiertas, no obstante, sí es necesario refrigerarlas, ya que la bebida entra de nuevo en contacto con el oxígeno.
Otra cosa que vale la pena tener presente es que la kombucha debería estar embotellada en un envase de cristal, ya que este es un material muy estable y no cede partículas, a diferencia de otros como el plástico, que sí puede desprender sustancias peligrosas para nuestra salud. Esto es importante, porque la kombucha es una bebida ácida y, por tanto, podría favorecer la migración de estas partículas utilizadas en la fabricación de ciertos plásticos.
Y vosotr@s, ¿habéis probado la kombucha? ¿La consumís de forma habitual?
Créditos Fotos: Rosa Rovira
