Se conoce como sistema inmunitario el conjunto de elementos y procesos biológicos que se producen en el interior de nuestro organismo para mantener la homeostasis, es decir, la capacidad de los organismos de mantener una condición interna estable, compensando los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior. Vivimos rodeados de agresiones externas, en ocasiones de naturaleza biológica (agentes patógenos), físico-química (contaminantes o radiaciones) e internas, como por ejemplo las células cancerosas. En resumen, el sistema inmunitario reconoce lo dañino y reacciona frente a ello.
La medicina tradicional ha utilizado, a lo largo de los siglos, ciertas plantas antivíricas que ayudan a combatir las infecciones virales. Sus efectos y propiedades, aunque sin resultados científicos concluyentes, han sido probados gracias a la experiencia en su uso habitual.
HOJAS DE MELISA
- Propiedades digestivas y relajantes.
- Combate distintos tipos de virus, en especial el virus del herpes simple.
- Su aceite esencial es antibacteriano y antifúngico.
HOJAS DE EUCALIPTO
- Su aceite esencial se aplica como expectorante, antiséptico y antitusivo.
- Su uso es un poderoso aliado en las infecciones cursadas en las vías respiratorias.
- Antiséptico ante ciertas bacterias, víricas y fúngicas.
- Desinfección de las heridas externas.
AJO
- La alicina, su principal principio activo, tiene propiedades antivirales.
- También se aplica como antibacteriano, antifúngico y antioxidante.
- Nos previene (o reduce) enfermedades como la gripe o el resfriado.
ORÉGANO
- Expectorante, antiespasmódico y antiséptico.
- Indicado en afecciones respiratorias: congestión, ataques de asma leves, faringitis, bronquitis y gripe.
UÑA DE GATO
- Antiviral e inmunoestimulante.
- Antioxidante y antiinflamatorio.
- Paliativo y preventivo frente a la rinitis alérgica, procesos gripales y asmáticos e infecciones víricas como el herpes.
- Antifúngico para combatir la cándida u otras micosis.
- Ayuda en episodios de debilidad y en distintas convalecencias.
EQUINÁCEA
- Previene y reduce los síntomas de una amplia variedad de enfermedades respiratorias: gripe, resfriados, sinusitis, catarros comunes y faringitis.
- Su potente actividad antiviral fortalece el sistema inmunitario.
- Sus principios protegen a las células de las agresiones víricas.
FLORES Y BAYAS DE SAÚCO
- Reducción de los síntomas de la gripe y resfriados.
- Descongestivo y antitusígeno.
- Combate la tos, la faringitis y la amigdalitis.
- Su uso reduce la fiebre y ayuda en la eliminación de toxinas a través del sudor.
- Tratamientos en erupciones cutáneas infantiles: sarampión, escarlatina y varicela.
Interesantísimo artículo, gracias por compartirlo.