Falsos mitos sobre la lactancia materna

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Estoy en una edad en la que muchas de mis amigas ya han sido madres o están a punto de serlo. Lo cierto es que, si no recuerdo mal, todas ellas optaron (o tienen intención de hacerlo, en el caso de las futuras mamás) por la lactancia materna. No obstante, también es verdad que la mayoría dejaron de dar el pecho a sus hijos a los pocos meses.

Por lo que parece, esta es una realidad muy habitual, ya que se estima que 7 de cada 10 mujeres españolas abandona la lactancia materna exclusiva antes de los seis meses de vida del bebé, cuando la OMS recomienda que esta sea su única alimentación durante el primer medio año de vida. Se cree que los falsos mitos sobre la lactancia, la falta de información, los miedos infundados y la falta de apoyo que sienten algunas madres tienen mucho que ver en su abandono. Por este motivo, los laboratorios Angelini Farmacéutica organizaron recientemente en Barcelona un encuentro informativo para periodistas de salud con el que querían contribuir a desmontar las falsas creencias sobre el amamantamiento y compartir las claves para poder dar el pecho de forma exitosa.

En primer lugar, es fundamental insistir en que la nutrición del bebé en sus primeros meses de vida es muy importante. Tanto, que incluso puede tener consecuencias en su desarrollo a largo plazo, siendo la lactancia materna el mejor alimento para el recién nacido. De hecho, aunque la leche materna debería ser su única fuente de alimentación durante sus primeros seis meses de vida, la OMS aconseja que, a partir de ese momento, el destete se realice de forma gradual, de manera que la lactancia se mantenga durante un tiempo no inferior a los dos años.

Además, la lactancia materna no solo aporta beneficios al pequeño, sino también a la propia madre: favorece la involución del útero (la succión del pezón por parte del bebé estimula las contracciones uterinas); reduce el riesgo de cáncer de ovario y de mama, así como el de fractura de cadera durante la menopausia; ayuda a recuperar el aspecto físico, facilitando la pérdida de peso; y ofrece ventajas psicológicas, entre ellas, tranquiliza al bebé, da seguridad a la madre y fortalece su vínculo afectivo.

Si al inicio os comentaba que todas las mamás de mi entorno habían optado por la lactancia materna, también debo deciros que la mayoría de ellas la han abandonado antes de reincorporarse al trabajo o poco después. De hecho, que yo recuerde, solo unas pocas han seguido dándoles el pecho una vez superado el primer año. Entre ellas, María José, que ya ha compartido su experiencia con la llamada lactancia prolongada en su blog de moda infantil y puericultura BlogModaBebé. Este hecho también se refleja en las estadísticas, que señalan que la edad media de destete en España se sitúa en los seis meses y medio.

Como decíamos, este abandono precoz de la lactancia materna se debe, en gran parte, a algunos falsos mitos que conviene desterrar, porque dificultan y entorpecen el acceso de las mujeres a la ayuda sanitaria que necesitarían para mantener el amamantamiento de forma satisfactoria. Para acabar con las creencias erróneas más habituales, contamos con la ayuda de las matronas Carme Monge y Míriam Molina, de Angelini Farmacéutica, y nos reservamos sus claves para conseguir una lactancia exitosa para compartirlas en un próximo post en este blog de salud y vida sana.

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«La lactancia materna es algo natural e instintivo. Todas las madres tienen una capacidad innata para amamantar a sus bebés»

Como yo no he sido madre, no puedo hablaros desde la experiencia. Pero siempre he pensado que el argumento de que la lactancia es un acto natural e instintivo puede causar mucha frustración y culpabilidad en aquellas mamás que, aun queriendo dar el pecho a sus bebés, finalmente no lo consiguen por los motivos que sean.

Por eso, quise profundizar en este tema con Carme y Míriam. Me explicaron que, a pesar de que obviamente es algo natural, la lactancia es, a su vez, un comportamiento aprendido. De hecho, numerosas investigaciones han demostrado que las madres necesitan apoyo activo para llevarla a la práctica de forma correcta. En este sentido, Carme y Míriam me contaron que hoy en día muchas futuras mamás no han visto nunca cómo otras mujeres dan el pecho a sus bebés. Yo misma os diría que, a pesar de haber estado presente mientras algunas amigas amamantaban a sus hijos, no me he fijado nunca en cómo lo hacían. Así que, si hoy mismo tuviera en mis brazos a un bebé al que dar el pecho, no sabría por dónde empezar.

Tened en cuenta, como explicó Míriam, que «biológicamente, estamos diseñados para dar y recibir leche materna, pero dar el pecho no deja de ser una habilidad que requiere práctica y cierto aprendizaje. De hecho, para que el amamantamiento sea eficaz es necesaria una postura correcta, tanto de la madre como del lactante y un enganche preciso».

«La lactancia es dolorosa y lo más habitual es acabar sufriendo grietas o mastitis»

Según contaron Carme y Míriam, el dolor es uno de los síntomas más frecuentes que refieren las madres durante la lactancia. En realidad, si el bebé se agarra correctamente al pecho, es posible notar una ligera molestia tan solo unos segundos, pero después esta debería desaparecer. Si el dolor persiste, es necesario buscar la causa y aplicar medidas para remediarla. Así pues, hay que desterrar el mito de que es normal que la lactancia duela, ya que si la experiencia no es agradable para la madre, es muy probable que acabe siendo un motivo de abandono (con el consiguiente sentimiento de culpa).

Ambas matronas también insistieron en el hecho de que no hay que ‘aguantar’ el dolor en ningún caso. Su presencia es un indicador de que algo no funciona como es debido, por lo que hay que determinar la(s) causa(s) de manera precoz. Estas suelen ser: un agarre deficiente o poco profundo que termina por lesionar el pezón produciendo grietas y lesiones, además de impedir el vaciado correcto del pecho; una obstrucción de los conductos lácteos; una infección en la mama; o la presencia de frenillo corto en el bebé, entre otros. Para acabar de convenceros de que dar el pecho no tiene que ser doloroso, os animamos a visitar el portal web de Angelini Farmacéutica dedicado a la lactancia sin dolor.

Asimismo, se debe acudir al centro de salud, si aparece fiebre o cualquier otro tipo de malestar. Como repitieron más de una vez Carme y Miríam, ante cualquier molestia, no os quedéis en casa.

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«Durante la lactancia, no pueden tomarse medicamentos»

La gran mayoría de las mujeres debe tomar medicamentos durante la lactancia por diferentes causas. Entre ellas, sufrir una mastitis. De hecho, esta inflamación en la mama (acompañada de infección, o no) es la principal causa de destete precoz.

La explicación está en que muchas mujeres que sufren mastitis agudas en las que hay una infección dejan de dar el pecho a sus bebés mientras dura el tratamiento antibiótico por miedo a provocar algún daño al bebé. Sin embargo, hay muchos fármacos que se pueden tomar sin riesgos durante la lactancia. Eso sí, siempre bajo prescripción y supervisión médica.

Los síntomas de la mastitis agudas son enrojecimiento de la piel, aumento del tamaño del pecho, zonas de induración, disminución de la secreción de la leche y molestias similares a la gripe.

Asimismo, algunos complementos alimenticios pueden ser de ayuda durante la lactancia. Entre ellos, ciertos probióticos, ya que han resultado ser eficaces a la hora de controlar la concentración bacteriana en la mama y, en consecuencia, prevenir las mastitis. Concretamente, un estudio reciente ha demostrado que un tipo de lactobacilo disminuye la incidencia de la mastitis un 48% en mujeres con factores de riesgo, como es el haber recibido antibióticos durante el parto. Además, está comprobado que el consumo de dicha cepa probiótica por parte de los bebés disminuye de forma significativa la incidencia de infecciones respiratorias y gastrointestinales.

«Es imposible conciliar lactancia materna con la vuelta al trabajo»

La reincorporación al trabajo, como comentábamos, también puede producir un destete brusco o no planeado, aumentando el riesgo de sufrir mastitis. Por ello, es muy importante que se lleve a cabo de forma gradual y “tener muy presente que volver al trabajo no significa tener que dejar de dar el pecho, pues existen soluciones para mantener la lactancia cuando finaliza la baja maternal, como guardar la leche materna en la nevera o dársela al bebé a demanda al llegar a casa”, aseguró la matrona Carme Monge.

Sin embargo, según una encuesta realizada por el comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría (AEP), el 55% de las mujeres que se reincorpora al trabajo suspende la lactancia materna y sólo el 7,8% la mantiene de forma exclusiva. Según los expertos, conviene planificar la reincorporación con suficiente antelación y contar con el apoyo profesional necesario para aprender y aplicar técnicas de lactancia que faciliten la conjunción del amantamiento con el mundo laboral. Estas son, principalmente, la extracción manual, la lactancia en diferido y, si ha llegado el momento, la introducción de la alimentación complementaria.

Planificar la reincorporación al trabajo tampoco tiene por qué traducirse en el inicio del destete unas semanas antes de la vuelta a la rutina para «ir acostumbrando al bebé«. Como me explicaron las matronas, esto no es necesario y lo único que consigue es privar al bebé de lactancia materna prematuramente cuando no hay necesidad. Lo fundamental es conocer las herramientas que están al alcance para que, en caso de que así se desee (es lo recomendable), se mantenga la lactancia a pesar de reincorporarse al trabajo.

«No tengo suficiente leche; mi bebé se queda con hambre y temo que no gane el suficiente peso»

Este es uno de los temores más frecuentes de las mamás y la causa por la que muchas de ellas abandonan la lactancia y optan por leches infantiles de fórmula. No hay motivo para hacerlo, porque lo más habitual es que se trate solo de una falsa percepción. Pero si os preocupa o sospecháis que algo puede no ir bien, consultadlo con vuestra matrona.

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«Me gustaría que mi pareja puediera implicarse más en el cuidado del bebé, por lo que quiero combinar la lactancia materna con la lactancia diferida (con biberón)»

Aunque este deseo entrañe las mejores intenciones, Carme y Míriam nos explicaron que hay otros modos en los que el papá puede participar en el cuidado del bebé y establecer vínculos con él, como es el momento del baño, el cambio de pañal, mientras le realiza un masaje para relajarlo o lo coge en brazos para dormirlo, etc.

Además, es importante saber que durante las primeras semanas, en caso de optar por la lactancia materna, es mejor prescindir de chupetes y tetinas. La succión que el bebé debe hacer con un chupete o un biberón difiere de la succión que realiza con el pecho. Por eso, en caso de que se quiera (o se necesite) optar por la lactancia diferida, es mejor hacerla con la ayuda de una jeringa, un vaso o una cucharita.

Así pues, si vais a ser mamás y queréis dar el pecho a vuestros bebés, la recomendación de las matronas es que empecéis a informaros sobre la lactancia materna ya en el embarazo. Lo podéis hacer a través de libros, internet (siempre que se trate de fuentes fiables) y, preferiblemente, acudiendo a talleres de lactancia. Estos grupos de apoyo son muy importantes, porque permiten conocer las experiencias tanto positivas como negativas de otras madres y compartir problemas que puedan aparecer durante el amamantamiento.

Lo fundamental es que, en caso de que surja cualquier imprevisto o dificultad durante los primeros días en casa, sepáis dónde acudir. Y es importante que dejéis atado este asunto antes del parto.

Asimismo, debéis saber que las matronas, por su formación y competencias se encuentran en una situación privilegiada para poder ayudaros en la la instauración y el mantenimiento de la lactancia materna y acompañaros durante todo el proceso. Debéis acudir a ellas ante cualquier duda o temor para que os ayuden a corregir cualquier problema (si es el caso) y conseguir una lactancia satisfactoria tanto para vosotras como para vuestros bebés. También si queréis iniciar el destete o introducir alimentación complementaria.

 

Rosa Lecina

Periodista de salud, belleza y bienestar. Lo que más me gusta de mi trabajo es que me permite aprender cosas nuevas cada día y poder compartirlas con los demás. Desde Santium espero poder descubriros todo aquello que nos ayude a vivir una vida más sana. Podéis contactarme en: blogsanitum@gmail.com

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5 Responses

  1. Cilia Requena dice:

    Hola! Felicidades a todo el equipo de Sanitum por tan buen artículo que han escrito!
    Mitos sobre la lactancia hay muchos, como bien se describen. Uno de los más frecuentes es uno que todas hemos escuchado «es que tiene poca leche», cuando el bebé solo toma la que necesita. Pero no es menos cierto que esa sensación de vacío queda, aunque se puede llegar a quitar con ayuda. ¿Por que no intentar con productos naturales? Si no hacen bien, nunca harán mal. Yo usé una infusión llamada Helathy Nursing del Secrets of Tea y me sirvió bastante porque me dio más fuerzas y esa sensación de vacío de que no tenía más leche se fue pasando. La recomiendo

  2. Laura Saez dice:

    Enhorabuena Rosa, por este artículo tan completo. No quiero entrar en debates sobre la conveniencia o no de alimentar al niño con leche artificial, entiendo que es algo cómodo pero soy una acérrima defensora de la leche materna porque pienso que por muy “lograda” que esté la leche artificial, la naturaleza es sabia y pienso que ninguna leche puede superar a la materna, ya todas sabemos que en estos momentos es fundamental para el desarrollo inmunológico del bebé. Yo por temas laborales tuve que dejar de amamantar al niño pero eso no quiere decir que no siguiera alimentándolo con leche materna, ya que me extraía la leche con un sacaleches y luego era mi suegra quien le daba el biberón.

    • Rosa Lecina dice:

      Hola Laura,
      Gracias por comentar y por leernos.
      Sí, es cierto, el sacaleches puede ser de gran ayuda para mantener la lactancia materna.
      Un saludo,

  3. Cristina dice:

    Hola, Rosa, muchas gracias por toda esa información. Yo le di a mi hija pecho hasta que cumplió el año, ella simplemente dejo de demandar y la leche se me fue retirando poco a poco. Para mi la experiencia muy bonita, nada desagradable y por eso soy pro lactancia materna. En mi opinión, la mayor parte de las madres que dejan de amamantar a sus retoños es por motivos de trabajo, ya que actualmente no es fácil conciliar. Ánimo a todas las mamis!!

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