De un tiempo a esta parte, el llamado factor de transferencia parece haberse puesto de moda. Detrás de esta denominación se esconde una sustancia elaborada con glóbulos blancos. El factor de transferencia de dichos glóbulos de una persona puede provocar una respuesta inmunitaria específica cuando se inyectan en la piel de otra persona. Esta inmunidad puede ser local, al igual que sistemática en receptores no inmunes. No obstante, este término se ha venido usando comercialmente como complemento alimenticio.
HISTORIA DEL FACTOR DE TRANSFERENCIA
Henry Sherwood Lawrence realizó las primeras observaciones para determinar la existencia y el concepto del factor de transferencia a finales de la década de los 40 del siglo pasado. Este doctor neoyorquino descubrió que era posible transferir la inmunidad de tipo retardada contra un antígeno de un sujeto a otro. Esto se lograba administrando un extracto obtenido de leucocitos de una persona inmune a otra no inmune. Inicialmente sus investigaciones se centraron en personas inmunizadas contra el estreptococo y la tuberculosis. La idea consistía en crear una respuesta inmunitaria frente a las infecciones.
Sin embargo, a pesar de los pequeños éxitos obtenidos a través de este método, el factor de transferencia no tiene un uso clínico en la actualidad. Se siguen realizando investigaciones al respecto, como por ejemplo la de su capacidad para inmunizar a los niños con leucemia contra el herpes zóster. De momento las pruebas se han revelado prometedoras al respecto.
Y en lo referente a las contraindicaciones de su uso, las más frecuentes fueron fiebre, y dolor y eritema en el lugar de la inyección, además de cefalea y diarrea. El 92,5 % de sujetos tuvieron síntomas leves derivados de la administración de esta sustancia.
COMPLEMENTO ALIMENTICIO ORAL
Es habitual encontrarse el término de factor de transferencia asociado a un complemento alimenticio oral elaborado con la yema de huevo o del calostro vacuno. Sus fabricantes aseguran que esta sustancia tiene efectos en el sistema inmune muy a tener en cuenta.
Se trata de extractos de células inmunes activas frente a infecciones. Son eficaces en receptores que no han padecido estas enfermedades. Estos factores de transferencia estimulan las defensas del organismo de forma global, provocando un estado general de alerta en el sistema inmunológico, y ayudando a identificar a los microorganismos patógenos culpables de las infecciones. Son también eficaces para mejorar la capacidad adaptativa de las defensas naturales y para regular el sistema inmunológico en su totalidad.
Se recomienda tomar dos cápsulas al día preferentemente fuera de las comidas y con un vaso de agua.