La insuficiencia cardíaca se produce en nuestro corazón cuando el músculo cardíaco no bombea la sangre de la manera que debería. Esta retrocede con frecuencia y provoca que se acumulen líquidos en los pulmones, lo que se conoce también como congestión pulmonar, y en las piernas, dando lugar a una amplia variedad de problemas cardiovasculares. Esta acumulación de líquido provoca falta de aire e hinchazón de las piernas y los pies.
Durante muchos años, los cardiólogos han aconsejado a los pacientes con insuficiencias cardíacas que redujeran sus esfuerzos al mínimo y descansaran todo lo posible. No obstante, las nuevas investigaciones han arrojado que la calidad de vida de estos enfermos mejora ostensiblemente si realizan un ejercicio de carácter moderado. En especial, los expertos recomiendan caminar, a unos tres kilómetros por hora de velocidad, durante media hora, al menos tres veces a la semana.
Ejercicio moderado para mejorar la insuficiencia cardíaca
Una vez que el paciente se ha acostumbrado a esta dinámica, puede ampliar el ejercicio a 40 minutos, cuatro veces a la semana, para alcanzar una mejoría en su salud. De esta forma, se reduce tanto su hospitalización como su mortalidad. Se ha demostrado que, gracias a este tipo de ejercicio, los síntomas más habituales de las patologías cardíacas, como la fatiga y la dificultad para respirar, se reducen. Los afectados podrán poco a poco realizar tareas cotidianas con mayor normalidad, con respecto a la que estaban haciendo hasta ahora.
Asimismo, estos ejercicios también ayudan a evitar la atrofia muscular que suele causar la inmovilidad total y obligada. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los resultados obtenidos dependen de la causa de dicha insuficiencia cardíaca, y también entran en juego factores como la edad o el grado de limitación física. Pero, sin lugar a dudas, este ejercicio moderado supone un nuevo motivo para mejorar la calidad de vida de los afectados por este tipo de enfermedad.
