Desde la perspectiva occidental, el arroz rojo se puede considerar como uno de los más exóticos. Las responsables de esta curiosa pigmentación son las antocianinas presentes en el salvado, es decir, en la cáscara del cereal. Esta acción produce un arroz integral capaz de conservar los nutrientes, algo que no ocurre con el arroz blanco o pulido. Por lo tanto, el arroz rojo es rico en fibra, vitaminas y minerales. Entre sus nutrientes destaca el potasio, el zinc, hierro y vitaminas del grupo B. En comparación con el blanco, esta variedad posee mayor número de proteínas y menos hidratos de carbono.
El arroz rojo ha estado presente en la medicina tradicional china durante siglos. Se conoce por tratar problemas de salud de origen digestivo o circulatorio, además de poseer un exquisito sabor en el uso culinario. Los cultivos del mismo se pueden encontrar también en Bután y Tailandia, y se ha extendido a otros lugares como Estados Unidos y Europa. Se dispone de distintos tipos de arroz en función de su grano medio o largo, o por su contenido en almidón.
El arroz rojo tiene las siguientes propiedades e indicaciones:
- Sus pigmentos antioxidantes contribuyen a incrementar los niveles de colesterol HDL, el llamado colesterol bueno.
- Tal y como indicábamos antes, este arroz tiene una importante fuente de fibra, ayudando a mejorar el tránsito intestinal en nuestro aparato digestivo.
- Su efecto saciante es ideal para combatir la sensación de hambre.
- Su consumo ayuda contra el envejecimiento gracias a su contenido en antioxidantes, los cuales, a su vez, protegen nuestro cuerpo de los radicales libres.
- Al ser rico en zinc, el arroz rojo actúa en la cicatrización de heridas, el fortalecimiento inmunológico, además de favorecer la salud de piel, cabello y uñas.
- Su ingesta da energía a nuestro cuerpo al poseer una buena fuente de hierro y magnesio.
- Su alto contenido en vitamina B6 incentiva el equilibrio de la serotonina, combatiendo situaciones de estrés, insomnio y depresiones.
- Previene y disminuye los síntomas premenstruales.
- Participa en la formación de los glóbulos rojos encargados del transporte del oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo.
- Y también en la sangre, regula los niveles de azúcar y, por consiguiente, la producción de insulina.
