El pan de color negro intenso ha irrumpido en varias panaderías y tiendas especializadas en alimentación. Seguramente lo habréis visto o quizás alguien os haya hablado sobre este nuevo producto. A raíz de su aparición, se han emitido numerosas opiniones acerca de su composición, sabor, e incluso se ha planteado de si es tóxico para nuestro organismo. Se trata de pan de masa madre realizado con carbón vegetal activado. ¿Qué es realmente el carbón vegetal activo? Hoy os lo explicamos en el siguiente artículo.
Si atendemos a su definición, el carbón activado o carbón activo es un término genérico que describe una familia de absorbentes, carbonáceos altamente cristalinos y con una porosidad interna altamente desarrollada. Este carbón, entre otros muchos usos, se utiliza en la extracción de metales, la purificación de agua potable y en la medicina veterinaria y humana para paliar casos de intoxicación.
El carbón activo no es algo nuevo, se encuentra mencionado en tratados médicos muy antiguos que datan de hace más de 3.000 años. En el Papiro Ebers, fechado en el año 1550 a.C., se hace referencia a ella como una de las sustancias más sanadoras del reino vegetal. Ya en tiempos más contemporáneos, en concreto en la Francia del siglo XIX, se realizaron las primeras investigaciones que arrojaron propiedades terapéuticas para su uso.
El carbón vegetal se revela como un potente tratamiento natural con la capacidad de atrapar toxinas y productos de carácter químico en nuestro organismo. De hecho, ya se viene utilizando en casos de envenenamiento o sobredosis por drogas. Eso sí, no es completamente eficaz, ya que productos como el alcohol, productos corrosivos o la lejía son resistentes a este poder de absorción. Por ello se recomienda el uso del carbón activo bajo la rigurosa supervisión de un médico especialista.
¿Cómo actúa el carbón activo en nuestro organismo?
El carbón posee una carga eléctrica negativa que provoca que las toxinas cargadas positivamente se adhieran a él. De esta manera se produce el tan deseado efecto purificador. A diario ingerimos sustancias químicas en mayor o menor medida, y es el carbón activo quien nos ayuda a atraparlas.
La utilización del carbón activo no solo se circunscribe a la elaboración de panes, también lo podemos encontrar en pizzas, bizcochos e incluso helados. Esta creciente popularidad ha entrado de lleno en las terapias alternativas y en las dietas détox. Muy probablemente hayas oído sus magníficas propiedades al ser combinado en los famosos batidos verdes de desintoxicación. A este respecto se recomienda no abusar de él, ya que no solo es capaz de absorber todo lo malo, sino también llevarse por medio muchos de los nutrientes beneficiosos que creemos consumir.
Los detractores de esta tendencia, que parece invadir la cocina vanguardista, advierten que el carbón activo neutraliza las proteínas, las vitaminas que ingerimos e incluso puede afectar a los medicamentos que estemos tomando para tratar alguna dolencia específica.
Al final, como suele ocurrir siempre, hay que insistir en el consumo moderado y puntual de este tipo de alimentos elaborados con carbón activo.
