Respirar un poco de aire puro contribuye en gran medida a conseguir relajarse y desintoxicarse de los nervios propios del día a día. Te emplazamos pues a dedicar parte de tu semana a hacer un receso con tu familia a esta necesaria recarga de pilas.
Esta necesidad tan humana de respirar aire puro rico en oxígeno y partículas vitalizantes, se contradice con el hecho que muchas casas se cierren durante los meses más fríos y se calienten de forma excesiva. Todo ello es sinónimo de menos oxígeno.
No dudéis en abrir las ventanas tanto por la mañana como por la tarde, aunque sean sólo unos minutos, para facilitar que el aire fresco entre en vuestra casa. Una buena costumbre que agradecerán vuestros hijos y aún más que programéis para cada semana mínimo una salida a la naturaleza para gozar del aire libre y aumentar el nivel de oxígeno en el cuerpo. Una bocanada de aire fresco que produce que los órganos de los sentidos reaccionen con más precisión e indiquen qué elementos reconstituyentes necesita el cuerpo.
No olvidéis que el oxígeno es vida!