Hace unas semanas, en este blog de salud y vida sana, os hablamos de las causas de la caída de los párpados (ptosis) y su tratamiento gracias a la entrevista que realizamos a la doctora Luz María Vásquez, oftalmóloga del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona. Se trata de una afectación que puede resultar desconocida para muchos, pero que afecta a más de la mitad de los mayores de 60 años, así como a algunos bebés y niños.
Con motivo de la celebración de la última edición del Barcelona Oculplastics, un congreso internacional que organizó el IMO a principios de abril, también tuvimos la oportunidad de hablar con la doctora Vásquez de otro de los temas que centró este encuentro de los mejores especialistas en oftalmología, oculoplástica, cirugía plástica y medicina estética.
Se trata de otra malposición palpebral (posición anómala del párpado) conocida como retracción palpebral y que puede afectar tanto al párpado superior como al inferior. Cuando afecta al párpado superior, este tiene una posición anormalmente alta, mientras que si afecta al párpado inferior, este está demasiado bajo. Como consecuencia, queda al descubierto parte del globo ocular que debería estar protegido por el párpado, lo que provoca, a su vez, ojo seco e incluso queratitis y úlceras corneales.
Se trata de un problema que puede ser congénito o estar causado por la edad, problemas tiroideos, cicatrices, y, en el caso del párpado inferior, también puede ser un efecto secundario a una blefaroplastia (cirugía para corregir las bolsas bajo los ojos) realizada por vía transcutánea (a través de la piel).
Dado que la blefaroplastia es la cirugía estética de la zona facial más demandada, seguida de la rinoplastia, y teniendo en cuenta que se trata de una operación muy delicada, el número de personas que padecen esta retracción palpebral como consecuencia de una mala operación no es nada desdeñable. Se estima que alrededor del 20% de las personas que se someten a blefaroplastia acaba sufriendo una retracción palpebral.
Antes de continuar para explicaros los tratamientos para corregir esta retracción de los párpados, quisiera compartir las reflexiones de la doctora Luz María Vásquez a raíz de mi sorpresa por el alto porcentaje de blefaroplastias que acaban con resultados insatisfactorios.
En este sentido, la oftalmóloga especializada en oculoplástica me explicó que toda la zona periocular (los ojos y las estructuras que lo rodean) es muy delicada y anatómicamente compleja. Además, los cirujanos cuentan con poco espacio para ‘maniobrar’ al tratarse de una zona pequeña y estrecha. De ahí que para realizar este tipo de intervenciones sea necesaria una alta especialización por parte del cirujano que la realiza.
Es primordial tener presente esto, porque cuando la motivación para realizarse una blefaroplastia (o cualquier otra intervención de cirugía plástica) es principalmente estética, muchas veces se corre el riesgo de minimizar el hecho de que se trata de órganos que tienen una funcionalidad y, sobre todo, de que podemos estar jugando con nuestra salud. Por eso es fundamental elegir bien el centro médico donde nos vamos a realizar la operación, así como el cirujano que nos va a intervenir. Y como hemos visto, esto cobra especial importancia en el caso de los ojos y todo su contorno por su complejidad.
Dicho esto, también es importante saber que, una vez se produce una retracción del párpado por culpa de una blefaroplastia mal realizada (con técnicas no apropiadas), en el IMO, el doctor Ramón Medel logra corregir este defecto mediante una técnica que se conoce como lifting mediofacial transconjuntival.
Esta consiste en ‘rellenar’ la zona con un injerto de tejido extraído del propio paciente a través del ojo por la conjuntiva (membrana delgada que cubre la superficie interna del párpado y la parte blanca del globo ocular) sin incisiones y elevando los pómulos y el párpado inferior caído. Este tejido con el que se realiza el injerto normalmente se obtiene del paladar, ya que se trata de un tejido que puede extraerse justo antes de empezar la cirugía y que después se regenera muy rápidamente.
Aunque ya han pasado 15 años desde que el oftalmólogo Ramón Medel practicara esta entonces pionera técnica en IMO, sigue siendo de los pocos especialistas del mundo en realizarla, dada su alta complejidad. De hecho, sus buenos resultados no dejan de asombrar a pacientes y médicos. Así pues, en caso de que os hayáis realizado una cirugía de párpados con anterioridad y ahora sufráis de retracción palpebral, no dudéis de que el IMO es el centro médico al que debéis acudir, si tenéis la posibilidad.
Pese a la satisfacción de los pacientes con esta cirugía, lo ideal sería no tener que aplicarla. Para ello, la única forma es someterse a una blefaroplastia realizada por manos expertas, con las técnicas adecuadas y en un centro médico con garantías. También, como me insistió la doctora Vásquez, con un cirujano que sepa actuar ante las posibles complicaciones, en caso de que surjan.
Para conseguir unos resultados más satisfactorios, en IMO se realizan blefaroplastias asistidas con láser, que evitan cortes visibles en la piel, dejan menos hematoma, reducen la inflamación y permiten una recuperación más rápida. El láser se utiliza para cortar y coagular y, en algunos casos, para rejuvenecer el rostro tras la cirugía. A pesar de su complejidad, la intervención se realiza de modo ambulatorio (sin ingreso del paciente), con anestesia local acompañada de sedación.
Si algún día me preocupara la caída de los párpados o las bolsas de los ojos, no descartaría someterme a una blefaroplastia. La verdad es que esta cirugía de los párpados – bien realizada – consigue una mejoría muy evidente (rejuvenece el rostro, quita el aspecto cansado, además de poder corregir interferencias en la visión) de forma natural y, a mi parecer, sin alterar la expresión de la cara. Personalmente, además, conozco el caso de una persona cercana y el cambio entre el antes y el después ha sido muy satisfactorio.
Lo que sí tengo claro, después de descubrir los datos que hemos comentado anteriormente y hablar con la doctora Luz Vásquez, es que acudiría a un oftalmólogo especialista en oculoplástica y microcirugía periocular.
Asimismo, cada vez son más los oftalmólogos especializados en técnicas no quirúrgicas de rejuvenecimiento oculofacial. El motivo es que son también los especialistas en oculoplástica quienes mejor conocen esta delicada parte del cuerpo y, por tanto, mejor pueden prevenir el riesgo ocular que puede conllevar cualquier actuación en esta zona facial.
Estos tratamientos se realizan en consulta, son rápidos y obtienen unos buenos resultados que se mantienen, por lo general, en el medio plazo. También tienen la ventaja de que se pueden ir aplicando paulatinamente, superando así el pánico al cambio, ligado a la cirugía estética convencional.
Con los tratamientos en consulta, cada vez más eficaces y específicos para cada problema, no se obtienen cambios de expresión o de los rasgos característicos de cada persona, sino más bien un efecto de ‘buena cara’.
¿Y cuáles son los principales tratamientos que se llevan a cabo actualmente en la consulta de los oftalmólogos especialistas en oculoplástica, estética y rejuvenecimiento oculofacial? La doctora Luz María Vásquez destaca tres: Ultherapy, un lifting no quirúrgico que, mediante ultrasonidos focalizados, logra el doble efecto de tensar la piel de forma natural y estimular la producción de colágeno; la inyección de sustancias de relleno, como el ácido hialurónico o la hidroxiapatita cálcica; y los neuromoduladores, como la toxina botulínica (Botox).
Si bien la blefaroplastia para corregir las bolsas bajo los ojos es la cirugía estética facial más demandada, los tratamientos no quirúrgicos para solucionar las ojeras hundidas, que confieren al rostro un aspecto cansado, son los más solicitados en consulta. Para tratarlos, la mejor solución es la inyección de fillers o sustancias de relleno, algo que, según explica la doctora Vázquez, no es fácil y requiere de mucha pericia y conocimiento, ya que pone en juego nervios, vasos y estructuras del ojo.
“Existe el riesgo de realizar inyecciones intravasculares que pueden hacer que la sustancia de relleno se introduzca en los vasos del ojo y afecte a la visión”, advierte la oftalmóloga. A este tratamiento, le sigue el bótox periocular en el ranking de las técnicas más demandadas, algo que también debe hacerse extremando las precauciones, para evitar efectos segundarios indeseables, como parálisis o ptosis.
También requieren de una buena técnica otros tratamientos para esta zona como la carboxiterapia, el peeling o el resurfacing, que consiguen mejorar el aspecto de la ojera, cuando esta tiene un color violáceo que se asocia a poca salud.
Para las bolsas, existe un nuevo procedimiento que pretende ser una blefaroplastia sin cirugía. “Es una técnica muy novedosa que parece que podría ser una buena opción para personas con bolsas incipientes o que, pese a tenerlas más pronunciadas, no quieren pasar por quirófano”, afirma la doctora Vásquez.
Excelente información. Hoy en día no sólo las mujeres buscamos vernos hermosas y perfectas sino que los hombres también han comenzado a dar mayor prioridad a su aspecto físico y tratar de verse jóvenes y guapos.
Son muchas las cirugías estéticas que hoy nos permiten mejorar nuestra apariencia y sentirnos genial.
Saludos y gracias por la info
¡Muchas gracias por tu comentario Marianela!
Por favor indiqueme a que email puedo contactar al Dr Medel
Hola Elizabeth, Puedes contactar con el IMO al 934 000 700 o en el mail informacion@imo.es. Un saludo,