Medicamentos que reducen la fertilidad

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Hace unas semanas saltó a los medios de comunicación la noticia de que tomar ibuprofeno reduce la fertilidad, sobre todo en los hombres jóvenes.

A pesar de la alarma generalizada, esto no significa que recurrir a este antiinflamatorio puntualmente, por ejemplo, para el dolor menstrual o de espalda, vaya a causarnos problemas, si estamos tratando de conseguir el embarazo de manera natural.

Para aclarar dudas sobre los posibles medicamentos que interfieren en la fertilidad de las personas, los doctores César Lizán y Fulvia Mancini, directores médicos de Clínicas Eva, han elaborado una lista de fármacos y otros agentes externos enemigos de la maternidad (y la paternidad).

En el caso del ibuprofeno, principio activo que pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), es cierto que su consumo puede incidir negativamente a la hora de lograr el embarazo, según recientes estudios.

En las mujeres, explican los doctores, puede retrasar o dificultar la ovulación, mientras que en los hombres se ha comprobado que puede provocar alteraciones hormonales sobre el eje regulador de la función reproductora.

Bajo la denominción AINEs se agrupan otros antiinflamatorios, los analgésicos y los antipirépticos, encargados estos últimos de bajar la fiebre alta. Entre los más conocidos se encuentra el ácido acetilsalicílico, la aspirina de toda la vida.

Si bien los antibióticos no se consumen con la misma frecuencia que los antiinflamatorios, puesto que precisan de receta médica, algunos como la eritromicina serían responsables de afectar a la movilidad de los espermatozoides, lo que les dificultaría la llegada al óvulo para su fecundación.

Por el mismo motivo, los hombres deben tomar con precaución las tetraciclinas o la gentamicina. Este último, indicado para tratar enfermedades graves de pulmón, corazón, estómago, vías urinarias y sangre, entre otras, se prescribe cuando otros antibióticos de acción menos potente han resultado ineficaces.

Se sabe también que los anticonceptivos femeninos bloquean, por definición, la ovulación. Los que están basados exclusivamente en progestágenos pueden dar amenorrea durante la toma y puede que se tarde unos meses en tener ovulaciones regulares una vez que se dejan. Sin embargo, esta no es una norma, ya que la mayoría de las mujeres vuelve a ovular regularmente nada más dejarlos.

La ovulación puede verse también afectada, si se ha tomado metoclopramida, en su presentación comercial Primperán, un compuesto indicado para las afecciones gastrointestinales. Se suele prescribir en casos de naúseas y vómitos, reflujo gastroesofágico y también en la preparación de exploraciones del aparato digestivo. La metoclopramida se asocia a un aumento de los niveles de prolactina (hormona relacionada con la lactancia) que pueden traducirse en dificultades en la ovulación.

Otra hormona, la testosterona, empleada como anabolizante por deportistas, afecta a la secreción de las gonadotrofinas, inhibe la producción de testosterona, la formación de espermatozoides y puede producir, incluso, atrofia testicular.

El finasteride, muy popular para el tratamiento de la alopecia masculina, puede provocar en algunos pacientes disfunción eréctil, disminuición de la líbido y reducción del volumen eyaculatorio. También de efectos transitorios, algunos hipertensivos (medicamentos para la tensión) pueden afectar al potencial sexual.

Para los expertos de Clínicas Eva, sin embargo, los fármacos más peligrosos, altamente perjudiciales para el potencial reproductivo, son los quimioterápicos. Mucho menos usuales por su naturaleza y función, es necesario preservar el material reproductivo y no exponerlo a sus efectos. De ahí que se recomiende la vitrificación de los óvulos o el esperma, antes de someterse a un tratamiento de radio o quimioterapia. Una vez finalizado el mismo, este material, libre de cualquier daño podrá ser utilizado para, bien dentro del útero, bien en laboratorio, proceder a la fecundación.

Por último, los doctores Lizán y Mancini recuerdan que la exposición a sustancias químicas presentes en muchos de los productos que nos rodean (plásticos, pinturas, materilaes de construcción, pesticidas, insecticidas, etc.) también provocan efectos adversos en la función reproductiva. Esta cuestión ya la comentamos aquí en Sanitum en algunos posts sobre el actual aumento de la esterilidad y los hábitos que perjudican la fertilidad.

Así pues, si estáis tratando de conseguir el embarazo, es importante que sigáis un estilo de vida saludable y que os mantengáis alejados, en la medida de lo posibles, de los tóxicos que pueden interferir en nuestra salud reproductiva.

Rosa Lecina

Periodista de salud, belleza y bienestar. Lo que más me gusta de mi trabajo es que me permite aprender cosas nuevas cada día y poder compartirlas con los demás. Desde Santium espero poder descubriros todo aquello que nos ayude a vivir una vida más sana. Podéis contactarme en: blogsanitum@gmail.com

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