En el post Beneficios del té para la salud os contaba que me cuesta mucho llegar al litro y medio o dos de agua al día que, como recomendación general, los expertos en nutrición aconsejan tomar. El café, el té y las infusiones me ayudan a sumar vasos, pero me cuesta adquirir el hábito de ir bebiendo agua a lo largo del día. Solo lo consigo si paso el día en la oficina y puedo tener la botella de agua a la vista. Cuando estoy ‘en ruta’, por más que lleve una en el bolso, siempre vuelvo a casa con la botella llena.
Tener una buena hidratación es, sin embargo, muy importante para nuestra salud. El agua es fundamental para nuestro organismo y participa de forma directa en numerosas funciones vitales, como por ejemplo, la regulación de la temperatura corporal, el transporte de nutrientes a las células, la eliminación de sustancias de desecho o la lubricación de las articulaciones.
A lo largo del día, nuestro cuerpo obtiene agua a través de los alimentos, pero sobre todo con las bebidas. También consigue un pequeño aporte de agua como consecuencia de una reacción química que se produce en la digestión de los alimentos y que se conoce con el nombre de agua metabólica.
¿Pero qué bebidas podemos tomar a diario para obtener una buena hidratación y en qué cantidad?
Hace unos años la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria propuso la pirámide de la hidratación saludable, donde se incluyen diferentes fuentes de agua y sus recomendaciones de consumo que puede servirnos de guía.
Así, vemos que la cantidad de agua diaria recomendada (unos diez vasos de agua) la deberíamos conseguir, preferiblemente, con aguas minerales, de manantial o del grifo y de bajo contenido salino.
En el segundo escalón de la pirámide se encuentran las aguas minerales o del grifo con mayor contenido salino, el té, el café, las infusiones o las bebidas refrescantes sin azúcar ni calorías.
Los zumos de fruta o verdura naturales, los zumos comerciales a base de 100% fruta, los caldos, la leche o los lácteos líquidos bajos en grasa y sin azúcar añadido, las leches vegetales, la cerveza sin alcohol, las bebidas para deportistas o los tés, cafés e infusiones con azúcar ocupan el último peldaño de la pirámide de las bebidas ‘permitidas’ a diario, pero en menor proporción.
Este último grupo puede ser un poco controvertido, ya que no nos aporta la misma cantidad de azúcar un zumo verde que un batido multifrutas, los caldos pueden ser más o menos calóricos en función de sus ingredientes y las bebidas para deportistas están pensadas especialmente para las personas que realizan un ejercicio físico intenso y, por ello, pueden no ser del todo adecuadas para quienes tienen una vida sedentaria o hacen deporte, pero de forma moderada.
Aun así, se trata de recomendaciones generales y desde la misma institución insistían en que hay que elegir las bebidas de acuerdo con el estilo de vida, las necesidades de salud y el nivel de actividad física de cada persona y consumir solo agua y bebidas bajas en calorías en caso de que se quiera controlar o perder peso.
También la cantidad de líquidos debe aumentarse cuando hace calor, practicamos deporte o en situaciones de diarrea, vómito, infección o fiebre.
Finalmente, los refrescos y bebidas endulzadas con azúcar o fructosa solo deberíamos tomarlas de forma muy ocasional.
Tema a parte son las bebidas alcohólicas de baja graduación como la cerveza y el vino. A pesar de que no están incluidas en la pirámide al no ser útiles para conseguir una correcta hidratación, hay estudios que indican que su consumo moderado podría tener beneficios para la salud.
quiero ver que puedo beber y no sale xD
Hola Cesar,
En la infografía del post se ilustra cómo debería ser el consumo de agua total diario, según la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria.
Un saludo y ¡gracias por leernos!