Tener una buena higiene dental es esencial para controlar la placa bacteriana y evitar así la formación de caries o enfermedades como la gingivitis (inflamación o infección de las encías) o la periodontitis (inflamación e infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte a los dientes).
Por eso, quería hacer un post con los consejos que he ido recogiendo al entrevistar diferentes odontólogos. En especial, al doctor Elias Casals, del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Catalunya, a quien agradezco que me haya ayudado siempre en mis reportajes sobre este tema.
- Para tener unos dientes sanos, hay que cepillarse los dientes mínimo dos veces al día durante un par de minutos.
- Hay que utilizar pastas dentífricas poco abrasivas y cepillos de dientes suaves.
- Con un poco de pasta, basta. El tamaño de un guisante es suficiente. Además de ser mejor para los dientes, el tubo os durará mucho más tiempo. Aunque parezca una obviedad, vale la pena tener esto en cuenta porque hay mucha diferencia de precios entre pastas de dientes. Las marcas de venta en parafarmacia suelen tener un precio más elevado, pero al menos según mi experiencia (utilizo la pasta Lacer Oros desde hace años por recomendación de mi dentista) vale la pena la inversión. No obstante, pedid siempre consejo a vuestro odontólogo.
- Es muy importante cepillarse los dientes suavemente, con muy poca presión. A veces pensamos que al frotar más los dientes o la piel, conseguimos limpiarlos mejor, pero esto no es así. En el caso del cuidado bucodental, un cepillado demasiado agresivo puede dañar la encía y desgastar los dientes. Esto pasa sobre todo en la zona de los colmillos y los premolares, ya que es la zona en la que hacemos más fuerza.
- Respecto al uso de un cepillo manual o eléctrico, estos últimos parecen ser más efectivos a la hora de eliminar cierta placa, especialmente en zonas de difícil acceso y que solemos olvidar. No obstante, si la técnica de cepillado es la correcta, ambos tendrían la misma eficacia. Podéis leer mi experiencia con los cepillos eléctricos aquí.
- Esto he estado haciéndolo mal durante años… Después del cepillado, es mejor no enjuagarse la boca o hacerlo lo mínimo posible.
- Para mejorar la limpieza en el área entre los dientes, existen el hilo de seda o cinta, el cepillo interdental y los palillos dentales. La elección de uno u otro sistema de higiene interdental variará en función de nuestra habilidad, la anatomía de nuestra boca y dientes y nuestras preferencias. Por ello, es mejor que pidáis consejo a vuestro ondontólogo porque, por ejemplo, el mal uso del hilo dental puede dañar la encía o pueden necesitarse distintos tamaños de cepillo interdental en una misma boca. También es nuestro dentista quien nos podrá decir si conviene que utilicemos un colutorio para completar nuestra higiene dental.
- El consumo elevado de comidas o bebidas ácidas (zumos de frutas, bebidas energéticas o carbonatadas, etc.) junto a un cepillado demasiado agresivo puede acabar destruyendo el diente. Además, debemos tener especial cuidado con el cepillado después de tomar estos alimentos y, como vimos en el post Alimentos que tiñen o dañan los dientes, es mejor esperar unos minutos antes de hacerlo.
- Es vital acudir periódicamente al dentista para que, además de revisar que esté todo bien, pueda detectar si nuestros hábitos de higiene bucal son los adecuados o por lo contrario nos están provocando algún daño.
- Es muy importante también realizar una higiene dental profesional cada cierto tiempo (la frecuencia la determinará nuestro odontólogo o higienista dental). Solo una minoría consigue una limpieza tan buena que evite la acumulación de sarro (placa bacteriana que se endurece y se pega fuertemente a los dientes) y que no podemos eliminar con el cepillado diario.
- Si nos sangran las encías al cepillarnos los dientes, notamos que estas han enrojecido o aumentado de tamaño o tenemos un problema de mal aliento, hay que pedir cita rápidamente con el dentista. Estos síntomas son una señal de que hay un problema que debe tratarse.