Hoy, domingo, es el último día de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2016, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF que nació con el objetivo de proteger, promover y respaldar la lactancia materna y que se celebra actualmente en más de 170 países de todo el mundo.
Desde este blog de salud, sabéis que defendemos la leche materna como el mejor alimento que puede recibir un bebé (os animo a leer la experiencia de María José en su blog de puericultura). Por este motivo, desde Sanitum hemos querido sumarnos a esta Semana Mundial de la Lactancia Materna para hablaros sobre la fantástica labor de los bancos de leche humana, centros especializados que velan para garantizar la alimentación con leche materna donada a todos los bebés prematuros o recién nacidos que lo necesiten por prescripción médica y que, por causas mayores, no puedan ser amamantados por sus propias madres.
La primera vez que oí hablar de la donación de leche materna fue hace unos cuatro años, cuando la hija de una compañera de trabajo se puso de parto varias semanas antes de lo previsto. Por suerte, en ese caso, la madre pudo alimentar al bebé des del principio con su propia leche – que debía extraerse previamente – y el pequeño fue creciendo sano y fuerte hasta que pudo abandonar la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del hospital e ir, por fin, a casa con sus padres.
Sin embargo, en otros muchos casos, precisamente por el hecho de ser bebés que nacen de forma muy prematura, sus madres no pueden extraerse leche tras el parto o no producen la cantidad suficiente para cubrir las demandas nutricionales de sus hijos durante esos primeros días. También, pueden sufrir algún problema de salud que les impida dar el pecho, necesitan seguir un tratamiento farmacológico contraindicado con la lactancia o, en el peor de los casos, pueden haber fallecido.
Para cualquier recién nacido, la leche materna es el mejor alimento que puede recibir al ser esta mucho más completa que cualquier otra alternativa. Entre sus muchísimos beneficios, destaca el hecho de ser inocua y contener las proteínas, los anticuerpos y las grasas que aseguran el buen crecimiento del lactante, además de que lo protege de las enfermedades más frecuentes, como la diarrea y la neumonía, al mismo tiempo que favorece su desarrollo neurológico y visual. Pues bien, en el caso de los recién nacidos de alto riesgo, se ha demostrado que la leche humana es además vital para disminuir el riesgo de infecciones generalizadas graves y combatir la necrosis intestinal, principal causa de muerte entre los neonatos.
Afortunadamente, desde hace unos años en nuestro país, los bebés que se encuentran en estas situaciones críticas pueden recurrir a la leche materna donada, una opción posible gracias a la colaboración altruista de muchas mamás y que la comunidad científica ha determinado como la mejor alternativa para estos pequeños.
Los datos nos dicen que cada año nacen en el mundo unos 15 millones de bebés prematuros (es decir, antes de que se cumplan las 37 semanas de gestación). Esto se traduce en más de uno por cada diez alumbramientos. Pero lo más preocupante es que parece ser una cifra que, según datos de la propia OMS, ha aumentado en los últimos años y todo hace pensar que continuará creciendo. De ser así, cada vez será más necesaria la colaboración de todos para lograr mantener estos bancos de leche materna con las reservas suficientes.
Para poder conocer exactamente cómo funciona la donación de leche, desde Sanitum nos hemos puesto en contacto con el Banco de Sangre y Tejidos de Catalunya, entidad que gestiona el Banco de Leche Materna en todo el territorio catalán, y a quienes hay que felicitar no solo por su gran trabajo, sino también por sus siempre excelentes campañas de concienciación.
Lo cierto es que los requisitos para ser donante de leche son muy sencillos. Tan solo hay que cumplir unas condiciones básicas: tener una buena salud y llevar un estilo de vida saludable; que el amamantamiento del propio bebé esté consolidado y tener leche suficiente; y, lo más importante, tener ganas de ayudar a los pequeños que más lo necesitan de manera voluntaria y altruista.
A partir de ahí, hay que ponerse en contacto con el banco de leche más cercano o bien con uno de sus centros fijos de donación para solicitar una cita. En la página web de la Asociación Española de Bancos de Leche Humana encontraréis todos los datos de los ocho bancos de España que hay actualmente.
Una vez en el centro médico para la visita, la donante debe identificarse, responder un breve cuestionario médico para poder confirmar de que no cumple ningún criterio de exclusión y se le extrae una muestra de sangre para descartar ciertas enfermedades que podrían transmitirse al bebé a través de la leche. En caso de que les analíticas sean correctas, los profesionales del banco explican a la donante como debe extraerse la leche y conservarla de forma eficaz y segura y se le proporciona el sacaleches y los envases especiales para su conservación.
Este procedimiento es prácticamente igual en todos los bancos de leche de España. La diferencia entre unos y otros viene principalmente a la hora de entregar la leche. En algunos centros, como los de Catalunya e Islas Baleares, el propio banco se encarga de recoger los envases a domicilio, mientras que en los demás (por ahora), es la donante la que debe hacer la entrega en el centro de recogida más cercano.
Es importante saber que se puede donar la cantidad de leche que se desee, sin ninguna obligación de dar un volumen determinado ni durante un periodo de tiempo concreto. Del mismo modo, se puede dejar de donar leche siempre que se quiera, avisando previamente. Es imprescindible, sin embargo, adquirir el compromiso de informar al banco de leche ante cualquier cambio de salud o medicación.
Una vez llega en el banco, la leche donada se analiza, se procesa y se hacen los controles de calidad pertinentes. Cuando todo esto finaliza, se distribuye este leche a las unidades de neonatología de los hospitales que la necesitan. La leche materna donada siempre se suministra bajo prescripción médica en un entorno hospitalario.
Los principales beneficiados de estas donaciones son los bebés prematuros extremos, que son aquellos que pesan menos de un kilo y medio y/o nacen con 32 semanas o menos. No obstante, la leche humana donada también se recomienda en recién nacidos prematuros con riesgo de patología digestiva o intestinal, déficit inmunitario o salud precaria, así como en los bebés que han sido sometidos a cirugías del aparato digestivo, ya que esta leche es más fácil de digerir y facilita la recuperación intestinal.
Como referencia, desde el Banco de Leche Materna de Catalunya nos indican que a lo largo de sus cinco años de existencia, más de 2.100 madres han donado leche y más de 1.500 niños la han recibido. Esto ha hecho que, des del 2011, hayan podido distribuir más de 3.700 litros en quince hospitales públicos y privados catalanes. Además, afortunadamente las donaciones han experimentado un crecimiento constante año tras año.
Actualmente, cuentan con unas sesenta madres donantes de leche activas, gracias a las cuales se salvan vidas a diario. Aun así, desde el Banco de Leche Materna nos recuerdan que la demanda de leche es constante, por lo que no hay que bajar la guardia. Sin ir muy lejos, hace dos años este banco tuvo que hacer un llamamiento urgente para obtener donaciones porque tenían reservas para apenas una semana.
Lo cierto es que, a diferencia de los donantes de sangre, que pueden serlo durante muchos años, la leche materna solo puede darse por cuestiones obvias cuando se tiene un hijo (y, en España, las estadísticas dicen que tenemos una media de tan solo 1,3 hijos). Por este motivo, a pesar de que cada año aumenta el número de donantes, continua siendo necesario incrementar la cantidad para asegurarnos de que todos los neonatos que necesiten leche, la van a poder tener.
Son muchos los niños que han logrado sobrevivir gracias al gesto altruista de otras madres, auténticas nodrizas del siglo XXI. Si visitáis el Facebook del Banco de Leche Materna de Catalunya (en catalán), encontraréis experiencias muy emotivas. Este pasado mayo, además, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Donación de Leche Materna, el banco organizó una fiesta de hermanos de leche en la que se reunieron las familias de donantes y las de los bebés que se han alimentado con la leche donada durante los cinco años de vida del banco.
Ojalá que este post os haya ayudado a conocer un poco más la donación de leche materna y, en caso de que estéis amamantando a vuestro bebé o a punto de tenerlo entre vuestros brazos os animéis a acudir al centro del banco de leche que tengáis más cercano para informaros más detenidamente sobre este proceso y poder aclarar así cualquier duda que podáis tener. Como comentábamos antes, se puede donar la cantidad de leche que se desee, no hay ningún volumen mínimo ni periodo de tiempo concreto, así que por poco que se pueda, será seguro de gran ayuda.
También nos encantaría, si sois o habéis sido donantes o, por el contrario, vuestros hijos han sido receptores de leche materna donada que compartierais vuestra experiencia en los comentarios.
* Fotos del Banc de Llet Materna de Catalunya.
