Los beneficios para la salud de tener un gato

Me encantan los animales, en especial, los perros. De hecho, muchas veces fantaseo con la idea de vivir en el campo rodeada de canes. Pero en seguida vuelvo a la realidad y me recuerdo que no puedo ser más de ciudad y que no soporto los insectos.

En casa, siempre hemos tenido perro. Primero, un cocker americano, Teddy, que mis padres ya tenían antes de que mi hermano y yo naciéramos y luego, un golden retriever, Floc. Cuando este último murió, mis padres decidieron no tener más animales de compañía por el disgusto que nos llevamos todos.

Personalmente, tengo muchísimas ganas de volver a tener un perro, pero mi vida actual de ‘nómada’ (viajo mucho y no paro demasiado por casa), no me permitiría cuidarlo como debería y no quiero ser irresponsable. Pero en cuando tengamos una vida más estable, espero poder adoptar alguno con mi marido (lo tengo casi convencido 😉 ).

Hace unos meses, apareció una gatita en casa de mis padres. Era aun pequeña y estaba muy flacucha, por lo que empezamos a dejarle comida y agua cada día y le preparamos una cama para que pudiera dormir caliente (aun era invierno). Los primeros días dormía horas y horas, como si hiciera semanas que no hubiera descansado. Desde el principio fue muy cariñosa y buscaba desesperadamente nuestros mimos. Nos enamoramos de ella al instante.

En seguida que apareció, me puse en contacto con las protectoras de animales de la zona por si era de alguien del vecindario y se había perdido. Pero nadie la buscaba… También la llevé al veterinario para que pudieran examinarla, desparasitarla y ponerle las vacunas pertinentes. Por suerte estaba muy sana, tan solo un poco baja de peso. Después de unos días en los que nadie la reclamó, nuestra veterinaria nos recomendó esterilizarla y ponerle un chip identificativo, por si acaso se escapaba o perdía.

Ahora, Misha, que es como empezamos a llamarla y así se quedó con el nombre, ya es un miembro más de la familia. Nos divierte mucho y lo único que llevamos un poco mal es que nos obsequié de vez en cuando trayéndonos ratones, pájaros e insectos muertos o, peor, agonizando. Pero se ve que la caza es algo instintivo en los felinos y, por lo que me dijo la veterinaria y amigas que tienen gatos, es una especie de ‘obsequio’ que nos hace, por lo que no deberíamos reñirla.

Hace unos días recibí la nota de prensa de la campaña ‘Contigo, 7 vidas‘ de la Fundación Affinity, con la que pretenden divulgar los beneficios que aporta convivir con un gato, explicar el vínculo que les une con sus propietarios y desterrar falsas creencias alrededor del mundo felino y pensé en seguida en compartirla aquí, en Sanitum.

De hecho, existen diferentes estudios que ponen en evidencia que tener un gato aporta grandes beneficios para nuestra salud y bienestar. En otros posts de este blog de vida sana, os he citado el libro La ciencia de la salud del reconocido cardiólogo Valentí Fuster (que os recomiendo mucho). En uno de los capítulos, dedicado a las emociones, habla de los beneficios de tener mascotas para nuestra salud emocional y, por ende, en nuestra salud física. En especial, en el caso de aquellas personas que se sienten solas y desanimadas, ya que estas les ayudan a dar un sentido a su vida y hacen que mejore su salud. Literalmente, dice: «la experiencia me ha demostrado que un animal de compañía puede tener una influencia más grande que un fármaco en el bienestar y la salud de los pacientes».

Aunque los gatos son más independientes que los perros y quizás menos expresivos y afectuosos, si os gustan, pueden ser igual de beneficiosos para vuestra salud que los segundos.

Os dejamos ahora sí, los 7 beneficios de tener un gato según el estudio elaborado por la Fundación Affinity y la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona. Es un listado elaborado a partir de distintos estudios científicos sobre los beneficios de los gatos en la salud humana.

1) Los niños que viven con un gato tienen menos posibilidades de desarrollar alergias y asma. Este efecto es especialmente pronunciado en niños con predisposición genética a tener alergias. Si queréis saber el por qué, clicad aquí.

2) El gato ayuda a disminuir el riesgo de problemas cardiovasculares, ya que los propietarios de animales de compañía suelen tener valores más bajos de presión sanguínea y muestran menor reactividad cardiovascular en situaciones de estrés.

3) Son un gran apoyo emocional en momentos difíciles, ayudándonos a aliviar el estrés y la depresión, porque disminuyen los síntomas negativos de malestar psicológico. Un 67% de los propietarios afirma que su gato siempre está allí cuando lo necesita y el simple hecho de pensar en ellos nos reconforta.

4) Convivir con un gato se asocia a bajos niveles de triglicéridos en la sangre. Un nivel alto de triglicéridos puede llevar a sufrir aterosclerosis, lo cual aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un accidente cerebrovascular.

5) El gato nos ayuda a mantener un buen estado físico, puesto que tener una mascota contribuye a una mejor salud cardiovascular y mental.

6) Los gatos nos ofrecen compañía y generan confianza sobre todo a aquellas personas que requieren una atención especial. Para la mayoría de los propietarios (83%), el gato es una compañía constante, siempre está allí cuando lo necesitan (67%) y comparte con él confidencias que no dirían a nadie (60%).

7) Observar a los gatos nos aporta alegría y bienestar y quien tiene uno, ¡lo sabe! Ni que lo digan, nosotros nos reímos muchísimo con ella. El estudio dice que el 94% de las personas que conviven con un gato disfruta simplemente con mirarlo. Totalmente de acuerdo.

Espero que, si os gustan los gatos y os estáis planteando compartir vuestra vida con uno, este listado de beneficios para la salud os ayuden a dar el paso. Y si ya sois propietarios de un gato, seguro que os veréis reflejados con estas situaciones cotidianas que refuerzan los lazos con nuestro animal de compañía. Para acabaros de convencer, deciros que según este estudio de la Fundación Affinity, el 70% de los españoles que ha tenido un gato, repite.

Para acabar el post, os presento a Misha 😉 .