A partir de los 12 meses tu bebé necesita una alta dosis de energía. Y es que ya se mueve mucho e incluso camina solo.
Os dejamos algunas pautas imprescindibles para conseguir una alimentación sana a partir del año, por ejemplo, basar sus menús en las frutas y verduras frescas, sinónimo de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.
Este es un buen momento para empezar a unificar menús en la familia y que tu bebé coma lo mismo que los padres y hermanos. Se trata de ofrecerle un primer y un segundo plato y ya no un plato único, incorporando proteínas al menos una vez al día: carne, pescado, huevo, queso o legumbres.
Poco a poco se debe sustituir la leche de continuación para las leches de crecimiento, indicadas para niños de 1 a 3 años. Por el contrario, se debe evitar la leche de vaca, aconsejable a partir de los 2 años.
Por último, y para evitar problemas posteriores de obesidad, debes limitar los azúcares y las grasas animales que ofreces a tu bebé. Se trata de fomentar en él buenos hábitos alimentarios y que pruebe nuevos sabores y texturas para conseguir una dieta variada y sana.