Por suerte, no suelo coger la gripe ni resfriados. La última gripe que pasé fue hace dos años y desde entonces ni siquiera me he vuelto a acatarrar.
Sin embargo, desde hace unos días tengo dolor de garganta y me siento un poco resfriada. Esto, sumado a diez horas de vuelo, con sus cambios de presión, han hecho que hay sufrido un dolor de oído muy molesto. En realidad, más que dolor era una desagradable sensación de oído tapado.
Afortunadamente, gracias a la medicación para el resfriado, el inhalador de agua de mar (este último, lo recomiendo mucho para cuando te sientes congestionado) y la aplicación de calor en la parte externa del oído, la molestia ha desparecido en menos de 24 horas.
La cuestión es que, hasta hace poco, no tenía ni idea de que puede haber una relación entre el resfriado y el dolor de oídos. Tampoco que volar con catarro puede afectar a nuestra salud auditiva.
Pues bien, según afirma el especialista en otorrinolaringología Juan Royo, «es frecuente que en invierno la faringitis, la gripe o un simple catarro vayan acompañados de rinitis e incluso de otitis”. De ahí que, durante el inverno se produzca un aumento muy significativo de las consultas médicas por problemas auditivos.
De hecho, la otitis media aguda es el principal motivo por el que se acude al médico en los meses más fríos. Causada por un virus o bacteria que produce una acumulación de fluido detrás del tímpano, este tipo de otitis provoca una inflamación del oído medio que puede afectar a uno o a los dos oídos al mismo tiempo. “Es una infección muy dolorosa para el paciente. No obstante, si se trata de forma adecuada, no provoca problemas de audición permanentes”, asegura el doctor Royo.
En mi caso, esta vez, creo que el malestar ha sido consecuencia de volar resfriada, porque el taponamiento y la molestia han desparecido rápidamente. Sin embargo, de pequeña sí sufrí una vez de otitis y realmente la recuerdo muy dolorosa.
De hecho, son precisamente los niños y la gente mayor quienes deben tomar más precauciones en este sentido, ya que su sistema inmunológico es especialmente sensible a las agresiones externas. Esto, a su vez, les hace mucho más susceptibles de padecer trastornos auditivos durante esta época del año.
En el caso de los más pequeños, por ejemplo, es muy frecuente la aparición de la llamada otitis media serosa o secretora, que se caracteriza por la acumulación de moco en los oídos. “Aquí sí que hay riesgo de pérdida auditiva, con lo que proteger a los niños del frío para evitar resfriados o catarros es vital”, alerta el doctor.
Así pues, la prevención es clave para mantener los oídos sanos en inverno. En este sentido, la compañía GAES nos propone unos prácticos consejos para cuidar nuestra salud auditiva y protegernos de posibles infecciones.
* Aislarnos del frío. En la medida de lo posible, debemos mantener nuestros oídos protegidos de las bajas temperaturas. Utilizar orejeras o ponernos un gorro de lana nos ayudará a aislarnos del frío, evitando la penetración de microbios y, en consecuencia, de ciertos trastornos típicos de esta climatología.
* Defensas contra posibles infecciones. No solo el frío puede provocar otitis; la gripe, los catarros o un simple resfriado también desembocan con frecuencia en la aparición de focos infecciosos en el aparato auditivo. “Apostar por una alimentación que evite el declive de las defensas de nuestro cuerpo es una de las principales pautas a seguir si queremos fortalecer nuestros oídos”, apunta el doctor Royo. Una dieta rica en Vitamina B-12, presente en alimentos como la leche, el huevo, el hígado, la carne roja, el polen o el aloe vera, tiene efectos muy positivos sobre la salud auditiva.
* Oídos limpios. Tener unos oídos sanos depende también de la higiene. “Lo que debemos tener claro es que nunca debemos utilizar bastoncillos u otros objetos similares, ya que podríamos provocarnos alguna herida”, explica el otorrinolaringólogo. Además, en caso de notar que el oído está inflamado debido a las bajas temperaturas, lo más adecuado es aplicar una bolsa de agua caliente externa que nos ayude a remitir la inflamación.
* La prevención, clave. Después de haber pasado una otitis o de haber sufrido cualquier tipo de infección es muy importante someterse siempre a una revisión auditiva. “Nos ayudará a descartar posibles afectaciones de la audición y seguir el tratamiento indicado en cada caso”, concluye el doctor.
Esperamos que estos consejos os ayuden a acabar de pasar el invierno con los oídos bien protegidos y sin infecciones.
Felicidades por el artículo Rosa. En efecto, existen varias situaciones de nuestra vida cotidiana que pueden influir que desarrollemos dolencias en el oído.
Un saludo