La relación entre la carne y la diabetes tipo 2

carne roja diabetes

Hace ya un tiempo, aquí en Sanitum, hablamos sobre la relación entre el consumo de carne roja y procesada en exceso y el desarrollo de ciertos tipos de cánceres. Sobre todo, si estos alimentos se cocinaban a altas temperaturas como, por ejemplo, a la plancha o la barbacoa. En relación a ello, también dedicamos un post a cómo cocinar de forma saludable y qué técnicas de cocción estaban más aconsejadas.

Pues bien, cocinar la carne a altas temperaturas no solo incrementaría el riesgo de cáncer, sino también de diabetes tipo 2. Al menos así se desprende de un reciente estudio del Departamento de Nutrición de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard.

Según esta investigación, el uso frecuente de métodos de cocción que alcanzan altas temperaturas (por ejemplo, asar, cocinar a la plancha, a la barbacoa, etc.) para preparar la carne de ternera y el pollo aumentaría significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, independientemente de la cantidad de carne que se consumiera. También se vinculó este hábito con unas mayores posibilidades de sufrir sobrepeso u obesidad.

Sin embargo, este peligro no se halló a la hora de analizar el consumo de pescado, aunque lo cierto es que se disponían de menos datos. Tampoco había la suficiente información sobre métodos de cocción de otras carnes como el cordero y el cerdo.

En cualquier caso, se cree que los responsables de este incremento en el riesgo de diabetes tipo 2 serían los químicos que se forman al cocinar a altas temperaturas. Estas sustancias parecerían estimular una respuesta inflamatoria del organismo, interferir con la producción normal de insulina o bien promover la resistencia a la insulina, que ocurre cuando el cuerpo no puede utilizar adecuadamente esta hormona para regular los niveles de azúcar en sangre.

Más allá de este nueva vinculación de los métodos de cocción de la carne con la diabetes tipo 2, como decíamos al principio, se sabe que el consumo de carne roja en exceso, sobre todo procesada, aumenta las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, infartos, diabetes, ciertos tipos de cánceres y muerte prematura. Unas de las posibles causas sería la presencia, en estos alimentos, de hierro hemo (de origen animal), así como algunos tipos de procesados (por ejemplo, alimentos curados y fumados). Ambas cosas parecen promover la formación de sustancias cancerígenas durante los métodos de cocción a altas temperaturas.

De este modo, sería más recomendable cocinar la carne roja y el pollo usando métodos que utilicen más bajas temperaturas como hornear, hervir, escaldar, cocinar al vapor, guisar, el salteado agitado (tipo wok), las ollas de cocción lenta y el sous-vide (procedimiento de cocción basado en el sellado de los alimentos en bolsas de plástico herméticas); y evitar cocinar a la plancha, la barbacoa y asar.

Rosa Lecina

Periodista de salud, belleza y bienestar. Lo que más me gusta de mi trabajo es que me permite aprender cosas nuevas cada día y poder compartirlas con los demás. Desde Santium espero poder descubriros todo aquello que nos ayude a vivir una vida más sana. Podéis contactarme en: blogsanitum@gmail.com

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