Raro es el día que no empiezo el desayuno con un zumo de naranja natural. Me encanta el sabor, lo he convertido ya en un hábito y me da mucha energía nada más levantarme.
En realidad, lo ideal es comer las naranjas (y la fruta en general) enteras y no en zumo. De este modo, ingerimos también la parte blanca, que es más rica en polifenoles (antioxidantes) y no desaprovechamos la fibra, que se pierde al exprimir el jugo. Esto último es importante porque la fibra interfiere en el paso del azúcar y del colesterol de los alimentos a la sangre, al mismo tiempo que facilita el paso de estos por el aparato digestivo, por lo que ayuda a combatir el estreñimiento.
Aun así, el zumo de naranja es una bebida con un alto poder antioxidante y antiinflamatorio y una forma saludable de obtener vitamina C.
Más allá del zumo de naranjas tradicional, estas son mis combinaciones preferidas por la mañana. Son muy rápidas de preparar, así que no os robaran mucho tiempo. ¡Espero que os gusten!
Zumo de naranja con jengibre
Tan fácil como exprimir las naranjas y, posteriormente, rallar un poco de jengibre encima. De este modo, además de toda la vitamina C y antioxidantes de las naranjas, nos beneficiamos también de las propiedades saludables del jengibre.
El jengibre es un tubérculo con propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, mejora la digestión y la circulación y es estimulante.
El sabor del jengibre es bastante peculiar (algo picante y muy aromático), así que si no acostumbráis a tomarlo normalmente, rallad primero poca cantidad e id añadiendo según vuestro gusto.
Zumo de zanahoria con naranja
Para este zumo uso 2 zanahorias y el zumo de 1 naranja. Primero exprimo el zumo de la naranja y luego lo añado a la batidora con las dos zanahorias cortadas. Como la preparación de este zumo lleva más tiempo, compro las zanahorias ya peladas y lavadas.
También, en vez de exprimir el jugo de la naranja, podéis cortarla a trozos y añadirla a la batidora con las zanahorias. Pero entonces puede que le tengáis que echar agua, porque sino os quedará un batido bastante consistente.
Es un zumo perfecto para la piel y la vista y nos aporta vitamina A, vitamina C, calcio, fósforo y potasio.
Si os gusta probar sabores nuevos, también podéis echar a la batidora un poco de perejil. Cambia totalmente el gusto del zumo, pero estaréis bebiendo un potente cóctel antioxidante. Aunque lo tomemos en cantidades pequeñas, el perejil contiene unos 200 mg de vitamina C frente a los 52 mg que suelen aportar las naranjas y los limones.
Zumo de naranja con naranjas sanguinas
Lo preparo exprimiendo 1 naranja y 1 naranja sanguina o naranja roja.
Este es, sin duda, mi zumo preferido. Pero también el que preparo menos. Las naranjas sanguinas no siempre son fáciles de encontrar y son un poco más caras. No obstante, aprovecho ahora estos meses al ser una fruta de invierno.
A parte de su particular color, el sabor es mucho más dulce que el de las naranjas tradicionales. Además, parece ser que las naranjas sanguinas no solo mantienen, sino que superan los beneficios de las naranjas comunes.
Además de su alto contenido en vitamina C, nos aportan más beta-carotenos y contienen antocianinas, las sustancias antioxidantes que le dan ese color rojizo tan característico.
Espero que os gusten las propuestas y os animéis a preparar alguno. Si lo hacéis, recordad tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Como hemos dicho, es preferible tomar la fruta entera que en zumo. La fruta entera nos aporta fibra, nos sacia más y reduce la absorción de los azúcares. Pero de forma moderada, este tipo de bebidas también pueden tener otras ventajas como vimos aquí.
- Cuidado con las cantidades. La recomendación de los especialistas en nutrición es, por lo general, no tomar más de una fruta junta para no pasarnos con el azúcar. Reconozco que, al preparar el zumo para dos, suelo utilizar normalmente tres naranjas (1,5 naranjas por persona) y, a veces, si no son jugosas acaba siendo más bien un chupito de zumo 😉 . La suerte es que las naranjas tienen una cantidad moderada de azúcar. Aun así, tampoco se trata de llenar el vaso hasta arriba. Si queréis saber más sobre el azúcar en la fruta, podéis leer nuestro post La cantidad recomendada de fruta al día.
- Personalmente, prefiero conservar las naranjas a temperatura ambiente porque las consumo a los pocos días de comprarlas. Además, los cítricos en general son frutas de larga conservación.
- Aunque he leído algunas veces lo contrario, todos los especialistas que he entrevistado coinciden en que, para conseguir el aporte óptimo de vitaminas, los zumos deben hacerse en el momento y tomar de inmediato.
- Los cítricos pueden empeorar la acidez estomacal. A mi me encanta el limón o el pomelo, pero en zumo no siempre me sientan bien. También, personalmente, el zumo de naranja me sienta mejor si lo tomo acompañado con comida.
- Como vimos en el post Alimentos que tiñen o dañan los dientes, los alimentos ácidos pueden erosionar el esmalte si nos lavamos los dientes inmediatamente después de consumirlos. Así que mejor esperar unos 30 minutos antes de hacerlo. Un truco es desayunar antes de ducharte y vestirte para tener este tiempo de margen.
