Lo cierto es que normalmente no tengo dolor de pies. Solo si he tenido que caminar o permanecer de pie mucho rato con zapatos de tacón, demasiado planos o, simplemente, incómodos.
No obstante, es cierto que todos mis zapatos (todos) acaban con la parte externa de la suela mucho más desgastada que la parte interna.
Tengo que confesaros que nunca he ido al podólogo ni he consultado por qué es así. Pero lo cierto es que debería ir, porque el desgaste irregular de las suelas de los zapatos pueden indicar la necesidad de utilizar plantillas.
De hecho, un mal apoyo del pie durante la pisada puede suponer el desarrollo de problemas de salud que afecten al resto del aparato locomotor e incluso limiten la movilidad.
Por esta razón, desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) han querido señalar que, en muchas ocasiones, es necesario el uso de plantillas creadas específicamente por un podólogo que realice las correcciones necesarias en el sistema musculo-esquelético para prevenir y mejorar muchas patologías desarrolladas por caminar de una forma inadecuada.
En este sentido, los expertos destacan que algunos signos que pueden indicar que necesitamos de este tipo de corrección son el desgaste irregular de las suelas del calzado (desgastarlo más por fuera o por dentro indica que se realiza mayor apoyo en esa zona), sobrecargas en los miembros inferiores, lumbalgias o callos plantares que provocan dolor al caminar, entre otros.
Los principales beneficios de utilizar plantillas adecuadas, cuando son requeridas, son la prevención y la recuperación de lesiones, la disminución o la eliminación completa de las molestias al caminar y una forma de andar más armónica que evite las sobrecargas en zonas concretas, así como prevenir el desarrollo de patologías como fascitis plantar, metatarsalgias o tendinitis.
Sin embargo, desde el ICOPCV advierten de que el uso de plantillas estandarizadas o realizadas por profesionales que no son podólogos pueden incrementar estos problemas e, incluso, agravarlos.
Así pues, los principales problemas asociados al uso de plantillas estandarizadas (que no hayan sido creadas a medida por un podólogo, tras la realización de una exhaustiva exploración) son las siguientes:
– Un empeoramiento de lesiones deportivas.
– Un empeoramiento de las molestias.
– No aportan una solución a la patología que deberían tratar.
– No cumplen ninguna función, porque no han sido creadas específicamente para corregir algún tipo de descompensación en la pisada de una persona concreta.
– En el caso de las personas diabéticas, debido a que no realizarán las compensaciones que necesita, pueden provocar o agravar úlceras y lesiones.
– En el caso de los niños, alteraciones de la marcha y deformaciones en el aparato locomotor.
En ese sentido, “es importante que nos concienciemos de que es únicamente el podólogo quien puede determinar si una persona necesita plantillas y las características concretas de las mismas. Realizar un estudio biomecánico completo es esencial para obtener un diagnóstico exacto y dar la prescripción correcta del tratamiento necesario”, explica Maite García, presidenta del ICOPCV.
Asimismo, el Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana destaca que es importante concienciarse de que el uso de plantillas es un tratamiento y, por tanto, debe prescribirse valorando los parámetros descritos por un podólogo profesional. Junto a esto, han añadido que cada tratamiento difiere según su finalidad, que puede ser acomodativa o correctora.
A modo de conclusión, la vicepresidenta del ICOPCV afirma que “en alto porcentaje de la población necesita plantillas para corregir la forma de andar, que no suele ser adecuada, y suele ser la causante de molestias y dolores en pies, tobillos, rodillas o caderas por sobrecarga en la mala alineación de los miembros inferiores. Además, cuando tenemos un dolor localizado al caminar, solemos desarrollar una marcha antiálgica que nos permite rehuir al dolor mientras andamos, pero genera exceso de presión en otras zonas”.
¿Vosotros utilizáis plantillas para los pies? ¿Sabías que era tan importante que fueran plantillas personalizadas y prescritas por un podólogo?