Durante los meses de verano, las altas temperaturas pueden provocar una serie de reacciones fisiológicas en el cuerpo humano. Una de las más comunes y potencialmente molestas es la bajada de tensión arterial, también conocida como hipotensión. Esta situación puede causar mareos, fatiga, visión borrosa, desmayos y una sensación general de debilidad. Aunque no siempre representa un peligro grave, es importante conocer sus causas y saber cómo actuar para prevenirla o aliviarla si ya se ha producido.
¿Por qué ocurre la bajada de tensión en verano?
Cuando el calor aprieta, el cuerpo activa mecanismos para mantenerse fresco. Uno de los principales es la vasodilatación: los vasos sanguíneos se ensanchan para permitir que la sangre fluya más cerca de la superficie de la piel y así disipar el calor. Este proceso, aunque útil para regular la temperatura corporal, puede provocar una disminución de la presión arterial.
Además, la sudoración excesiva, habitual en los días calurosos, lleva a una pérdida importante de líquidos y electrolitos. Si esta pérdida no se compensa adecuadamente con una buena hidratación, puede agravar la bajada de tensión. Las personas mayores, los niños, las embarazadas y quienes toman medicamentos para la hipertensión son especialmente vulnerables a estos efectos.
Síntomas comunes de la hipotensión
Los síntomas pueden variar, pero algunos de los más habituales incluyen:
- Mareos o vértigo, especialmente al ponerse de pie.
- Cansancio extremo.
- Visión borrosa.
- Sensación de debilidad o desmayo.
- Náuseas o confusión leve.
Ante la aparición de estos signos, es importante actuar con rapidez para evitar una caída o pérdida de conocimiento.
¿Qué hacer si se produce una bajada de tensión?
Sentarse o tumbarse inmediatamente: Lo ideal es acostarse con las piernas elevadas, ya que esto facilita el retorno de la sangre al corazón y al cerebro.
- Beber líquidos: Tomar agua fresca o bebidas con sales minerales (como sueros orales o isotónicas) ayuda a rehidratar el cuerpo y a restaurar el equilibrio electrolítico.
- Evitar el calor directo: Buscar un lugar fresco, a la sombra o con aire acondicionado, es esencial para frenar la vasodilatación.
- Comer algo salado: En personas sin problemas de hipertensión, un pequeño aperitivo salado (como unas galletas saladas o frutos secos) puede ayudar a subir la tensión.
- No hacer movimientos bruscos: Incorporarse lentamente al ponerse de pie reduce el riesgo de mareo.
Consejos para prevenir la bajada de tensión en verano
- Mantenerse bien hidratado durante todo el día, incluso sin sentir sed.
- Evitar la exposición prolongada al sol, sobre todo entre las 12:00 y las 17:00 horas.
- Usar ropa ligera y transpirable.
- Comer de forma equilibrada, distribuyendo las comidas a lo largo del día.
- Consultar con el médico si se toman medicamentos para la tensión, por si fuera necesario ajustar la dosis en verano.
La bajada de tensión en verano es un fenómeno habitual pero que se puede prevenir y manejar con medidas sencillas. La clave está en escuchar al cuerpo y actuar con rapidez ante los primeros síntomas.