Hace casi dos años, en el artículo que encontraréis en este enlace, os hablábamos de las diferencias entre el dolor de cabeza y las migrañas. Son muchas las personas que, con frecuencia, reportan cefaleas y apenas nadie, incluso hasta los médicos, presta la atención que se merecen. La cefalea como tal no se puede considerar como una enfermedad, pero sí un síntoma de algún trastorno derivado de problemas físicos o emocionales. Sin duda, los meses pasados han sido muy duros para muchas personas, dando lugar a todo tipo de problemas. La exposición prolongada al sol en estas semanas de verano también puede dar lugar a estos molestos dolores de cabeza.
A continuación, os detallamos una serie de tratamientos muy eficaces:
- Las cefaleas pueden estar causadas por una dieta poco adecuada para nuestro organismo. Hay que reducir al máximo el consumo de carnes, embutidos, café y alcohol, y aumentar en nuestras comidas las frutas y verduras, cereales integrales y, con cierta moderación, las legumbres.
- Una dieta incorrecta nos puede llevar al estreñimiento y, por lo tanto, a un estrés dentro de nuestro organismo. Hay que tener nuestra flora intestinal en perfectas condiciones. El consumo de probióticos puede ser un gran aliado ante estos casos.
- Practicar ejercicios de relajación y respiración, notando como el aire se va llenando y vaciando lentamente con nuestro abdomen.
- Buscar un lugar oscuro y silencioso, y si el dolor se agudiza aplicar compresas o mojar la cabeza directamente con agua fría. El frío es capaz de disminuir la inflamación y reduce el dolor ostensiblemente.
- La toma diaria de, al menos, dos infusiones es una estupenda manera de prevenir las cefaleas. En el mercado hay una amplia variedad, como por ejemplo la pasiflora, la salvia, el espino blanco, y muchas más.
- Aprovechar estos días de verano, en la medida de lo posible, para alejarnos de todo aquello que nos produzca estrés.
- Practicar ejercicio moderado.
- Tomar suplementos alimenticios como el magnesio y las vitaminas del grupo B.
- Probar ejercicios de yoga y meditación, incluso la reflexología podal y la acupuntura nos ayudaran considerablemente a tener una vida menos propicia a los dolores de cabeza.