En Japón son más que conocidas y aquí sólo por una pequeña parte de la población. Las algas de origen oriental son un verdadero tesoro para nuestra salud y de ben introducirse en nuestra alimentación por su alto poder curativo.
Y es que las algas no sólo poseen propiedades antioxidantes y nutrientes, sino que sus usos terapéuticos más frecuentes son los antibacterianos y anticoagulantes. Por ejemplo, algunos estudios demuestran su capacidad en la lucha contra las células anticancerígenas.
Otro buen motivo para que las algas formen parte de vuestra dieta es que una sola cucharada al día permite obtener la cantidad necesaria de vitaminas y minerales para un correcto metabolismo celular. Buen ejemplo es la spirulina, indicada para la anemia ferropénica y las deficiencias de vitamina B12.
Además, ya sea en formato crudo, cocido o en cápsulas, os ayudarán a mantener la línea. Por ejemplo, el fucus tiene un alto efecto saciante y ayuda a metabolizar tu metabolismo.