El zumo de tomate, aunque parezca mentira, se viene consumiendo desde hace apenas poco más de un siglo. Se dice que la primera vez que se sirvió fue en el año 1917 en el sur de Indiana (Estados Unidos), cuando se produjo un déficit de zumo de naranja y buscaron de manera urgente un sustituto. A partir de entonces la combinación de tomates triturados y tamizados se fue extendiendo. Suele emplearse como ingrediente líquido en ciertos cocteles, pero también como una bebida saludable por sí misma, gracias a su contenido en antioxidantes, vitamina C y minerales como el potasio y el yodo. Incluir un vaso de jugo de tomate durante el desayuno será un gran aliado para cuidar tu salud.
Antioxidante y depurativo
El tomate suele incluirse en las dietas indicadas para la pérdida de peso. Es un fruto que posee una densidad calórica muy baja y una cantidad abundante de fibra. Tomarlo en el desayuno ayuda a tener esa sensación saciante que nos impedirá picar entre horas. Asimismo, cabe destacar la presencia en su composición del licopeno, un elemento altamente antioxidante. El licopeno lucha contra la formación de radicales libres y ayuda en la prevención de ciertas enfermedades.
Un buen desayuno equilibrado estaría compuesto, por ejemplo, de jugo de tomate y alguna pieza de fruta.
Cuidado del corazón
El licopeno es capaz también de mejorar la salud cardíaca. Sus enzimas y minerales son capaces de reducir el colesterol LDL, ya que regula la absorción del mismo, y favorece la circulación sanguínea, impidiendo la aparición de trombos.
En la actualidad se está analizando la acción del jugo de tomate como bebida muy adecuada para las personas con diabetes, gracias al control que ejerce sobre la glucemia en sangre. Hay estudios parecen avanzar hacia esta afirmación.
Combate contra el estreñimiento
El tomate al ser rico en fibra actúa a modo de laxante suave y por lo tanto favorece un adecuado tránsito intestinal. Combate el estreñimiento y mejora la diversidad de los microorganismos que habitan en el tracto gastrointestinal.
El tomate refuerza el sistema inmunitario
Un clásico es tomarse un saludable vaso de agua tibia con limón en ayunas. Pero otra opción que puedes probar es sustituirlo por un vaso de jugo de tomate natural. Elevará tus defensas ayudándote a combatir gripes, resfriados y otras infecciones.
Combate el dolor derivado de la artritis
La riqueza del tomate en vitaminas y minerales permite tratar inflamaciones u otros problemas que se asocian comúnmente con la artritis. De manera tradicional se suele usar en la medicina natural, siempre acompañado con el tratamiento aconsejado por los expertos médicos.
Aliado para la piel
Tomar jugo de tomate natural, y más ahora de cara al verano, es como si nos aplicáramos un tratamiento de belleza en nuestra piel. Los radicales libres favorecen el envejecimiento de las células y la aparición de las arrugas. La capacidad antioxidante, tal y como hemos indicado más arriba, lucha contra dichos radicales.
Toma jugo de tomate y aplica tu crema hidratante habitual. De esta manera ayudarás a tu piel tanto por fuera como por dentro.