Siempre hemos oído, sobre todo cuando éramos pequeños, la importancia de consumir alimentos ricos en calcio para los huesos y el crecimiento. El calcio es considerado el mineral más abundante que se encuentra en el cuerpo humano. Lo podemos hallar especialmente en los dientes y los huesos, pero también es parte indispensable de los tejidos corporales, las neuronas, la sangre y otros líquidos del cuerpo. El calcio tiene la principal función de ayudar a formar y mantener dientes y huesos sanos. Un nivel óptimo del mismo durante toda una vida ayuda a prevenir la osteoporosis.
A continuación, resumimos los beneficios del calcio en nuestro cuerpo:
- Desarrollo de huesos y dientes fuertes.
- El funcionamiento correcto de las señales nerviosas.
- La coagulación de la sangre.
- Secreción de hormonas y otros procesos químicos.
- Regulador de un ritmo cardíaco normal.
- El buen funcionamiento muscular.
¿Qué alimentos son ricos en calcio?
- Frutas: Naranja, fresas, aceitunas, higos secos, dátiles, orejones de albaricoque, …
- Verduras: Perejil, brócoli, berros, col, calabaza, nabo, cardo, puerro, …
- Germinados como la alfalfa.
- Frutos y semillas: Almendras, semillas de sésamo, amapola, girasol, …
- Algunos tipos de alga como la iziki
- Lácteos: Kéfir, queso, leche, yogures, …
- Legumbres: Soja y derivados como el tofu y el miso.
- Cereales: Cebada, trigo sarraceno, avena, maíz, …
- Pescados: Sardinas, boquerón, ostras, gambas, calamares, … y en especial el pescado azul que, por su contenido en vitamina D, ayuda a la fijación del calcio.
No nos podemos olvidar tampoco del consumo de otros alimentos que sean ricos en magnesio. Este mineral se considera como uno de los grandes aliados del calcio, ya que es vital para su correcta fijación a los huesos. Del magnesio, y de los alimentos que lo contienen, os hablaremos en un próximo artículo.
