Consejos para una sonrisa sana

cepillos de dientes electricos

Este 2018 me propuse cuidar especialmente de mi salud bucal. Por eso, a principios de año me puse en manos de un equipo de odontólogos para solucionar los problemas dentales que arrastraba desde hace tiempo.

También quise aprovechar para empezar a prestar más atención a mis hábitos de higiene bucal. Lo cierto es que siempre los he cuidado mucho. Pero nunca está de más preguntar a los expertos e informarse sobre qué podemos hacer para poder mejorarlos.

De este modo, quería compartir con vosotros algunos de estos consejos para una sonrisa sana que he ido descubriendo a lo largo de estos meses.

1) Gracias al cepillo de dientes eléctrico, nos resulta más sencillo acceder a zonas de difícil acceso en nuestra boca, como por ejemplo detrás de las muelas o el área interdental (el espacio entre diente y diente y que está ocupado por la encía). Además, se necesita menos tiempo para obtener el mismo grado de limpieza que lograríamos con el cepillo de dientes manual.

En ese sentido, los cepillos de dientes eléctricos resultan más efectivos a la hora de eliminar las bacterias que se esconden en las bolsas periodontales y, por tanto, nos ayudan a prevenir enfermedades de las encías como la gingivitis (inflamación de las encías) o la periodontitis (inflamación alrededor del diente).

Asimismo, algunos estudios apuntan que gracias al cepillo eléctrico se consigue una mejora en la constancia del cepillado, que recordemos deberíamos hacer mínimo dos veces al día.

En caso de que os preguntéis si los niños pueden utilizar cepillos de dientes eléctricos, la respuesta es sí. Se pueden usar a cualquier edad e incluso son los más recomendables para los pequeños, ya que les facilita el trabajo.

2) Aunque cepillar los dientes adecuadamente es el paso más importante para una buena higiene dental, la elección del dentífrico también es clave.

Por su parte, el colutorio, el hilo dental o los cepillos para la limpieza interdental son igualmente de gran ayuda a la hora de conseguir una boca sana.

En caso de que tengáis dudas sobre qué productos para la higiene bucodental escoger, consultadlo con vuestro odontólogo o farmacéutico.

3) A la hora de cepillaros los dientes, hacedlo de forma suave. No apretéis mucho, ya que un cepillado brusco y demasiado agresivo podría provocar la recesión de las encías y un desgaste del esmalte dental.

Precisamente, una de las muchas ventajas de los cepillos eléctricos dentales es que minimizan la sobrecarga sobre dientes y encías.

4) Siempre nos dicen que deberíamos lavarnos los dientes después de comer. Pero ¿sabías que deberíamos esperar al menos media hora para hacerlo? De este modo, daremos tiempo a nuestra saliva a remineralizar nuestra dentadura.

5) Si no podéis cepillaros los dientes después de comer, masticad un chicle sin azúcar. Aunque no conseguiremos el mismo efecto, los ingredientes que contienen (sorbitol, xilitol o malitol) nos ayudan a neutraliza los ácidos de la boca.

6) Cuidado con los alimentos que dañan los dientes! Más allá del azúcar, que todos sabemos que favorecen la formación de caries, los cítricos y las bebidas con gas pueden perjudicar también a nuestra dentadura.

7) No os saltéis vuestra higiene dental profesional. Recordad que deberíamos realizarla al menos una vez al año, aunque la frecuencia podría ser mayor en función de las necesidades y la salud bucal de cada persona.

Tened en cuenta que, por muy meticulosos que seáis con vuestra higiene bucodental, las limpiezas profesionales permiten eliminar todo el sarro que puede acumularse entre las encías, además de las pequeñas manchas marrones que podemos tener por beber café, té o vino.

8) Nunca es tarde para empezar a cuidar nuestra boca. Por ejemplo, los aparatos han dejado de ser una cosa de niños y adolescentes. Cada vez son más quienes deciden iniciar un tratamiento de ortodoncia para adultos. No solo por estética, sino para mejorar su higiene dental, poder conservar los dientes por más tiempo o corregir molestias derivadas de una maloclusión o ‘mordida’.

También, los implantes dentales nos permiten reemplazar los dientes perdidos (con todas las ventajas que ello implica), mientras que gracias al blanqueamiento dental podemos corregir el color de los dientes.

De este modo, siempre es buen momento para acudir a un buen profesional que os aconseje bien y os sugiera el mejor tratamiento odontológico según vuestras necesidades.

Espero que estos consejos sobre cómo cuidar la salud bucal os resulten interesantes y os animéis a ponerlos en práctica.

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