Cómo mejorar la fertilidad en verano

Mejorar la fertilidad

Recuerdo el caso de una conocida quien, tras meses intentando quedarse embarazada de forma espontánea, su ginecólogo le aconsejó, tras las vacaciones, iniciar un tratamiento de fertilidad. La sorpresa fue cuando, ya en septiembre, acudió a la cita con el doctor para empezar con las pruebas pertinentes y descubrió que había conseguido el esperado embarazo sin ni siquiera ser consciente de ello.

Ella lo atribuyó al hecho de estar totalmente tranquila y relajada al tener ya programado el tratamiento de fertilidad para después de vacaciones, puesto que los meses anteriores en los que buscaban y no conseguían el embarazo les habían hecho vivir todo el proceso con mucha ansiedad.

Aunque pudo ser una coincidencia, diversos estudios científicos demuestran la relación entre el nerviosismo y la disminución de la fertilidad femenina. En este sentido, la clínica de reproducción asistida Barcelona IVF señala que este vínculo tiene mucho que ver con el hecho de que quedarse embarazada en verano sea más fácil que en otro periodo estacional. Y no solo eso. En plenas vacaciones de verano, los tratamientos de fertilidad tienden a tolerarse mejor entre las pacientes y se obtienen más resultados positivos de embarazo. La causa principal de este fenómeno es la disminución del estrés y de las preocupaciones cotidianas en esta época, como el trabajo, la conciliación con la vida en pareja o en familia y la falta de tiempo libre.

Tal y como apunta el doctor Raul Olivares, ginecólogo especialista en Reproducción Humana Asistida y director médico de Barcelona IVF, “durante el período de vacaciones estivales, las pacientes no tienen que preocuparse por compatibilizar los tratamientos con su agenda laboral, algo que generalmente puede producir cierta tensión, ya que suelen intentar mantenerlo en secreto en su entorno de trabajo”.

La relación entre estrés y fertilidad ha sido ampliamente constatada y analizada por numerosos estudios médicos en los últimos años. Entre estas investigaciones se encuentra una llevada a cabo por la Universidad de Liverpool (Reino Unido). El estudio concluye que, cuando las mujeres se encuentran bajo estrés y tensión, su cuerpo produce adrenalina y tiende a retrasar o incluso frenar la producción de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), clave en la ovulación y en el ciclo reproductivo.

En la misma línea, otro estudio de la Universidad Radboud de Nimega (Países Bajos) afirma que existe una relación significativa entre factores psicológicos como el estrés y la ansiedad y la probabilidad de quedarse embarazada tras un tratamiento de fecundación in vitro o inseminación artificial. La investigación también apunta a la producción de adrenalina y a su efecto en el hipotálamo, una zona del cerebro del tamaño de un guisante que además del estrés también controla el proceso de reproducción humana, inhibiendo la hormona que favorece la ovulación.

Así pues, ¿cómo se pueden aprovechar estas circunstancias favorables para mejorar la fertilidad en verano? Además de reducir el estrés lo máximo posible, Barcelona IVF propone una serie de recomendaciones a seguir para aumentar las posibilidades de embarazo en verano.

La primera de ellas consiste en llevar un estilo de vida saludable, tanto las mujeres como los hombres. Es importante mantener un peso adecuado, seguir una dieta rica en fruta y verduras, practicar ejercicio y evitar tanto el tabaco como el alcohol. Además, es importante incorporar antioxidantes a la dieta a través de las frutas de verano – como arándanos, frambuesas y moras – o de complejos multivitamínicos, ya que pueden mejorar la calidad del semen.

“Los antioxidantes contribuyen positivamente a incrementar la fertilidad, sobre todo en el caso de los hombres. Con la edad, presentan muchas veces un alto nivel de fragmentación del ADN como consecuencia de los procesos de oxidación que ocurren a nivel testicular”, afirma el doctor Olivares.

Otra de las claves de la fertilidad es optimizar las relaciones sexuales centrándolas durante el periodo de ovulación, que se da entre los días 12 y 16 de un ciclo menstrual regular de 28 días. En este sentido, las vacaciones de verano ofrecen más tiempo libre y, por tanto, la oportunidad de maximizar las posibilidades de éxito y de un embarazo siguiendo este consejo.

Rosa Lecina

Periodista de salud, belleza y bienestar. Lo que más me gusta de mi trabajo es que me permite aprender cosas nuevas cada día y poder compartirlas con los demás. Desde Santium espero poder descubriros todo aquello que nos ayude a vivir una vida más sana. Podéis contactarme en: blogsanitum@gmail.com

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